¿Cómo ser un objeto del deseo?

Leonel Castellanos

¡Chiquilines del amor! ¿Cómo están? Yo aquí, como siempre, en la árdua y difícil investigación de la conexión cerebro – corazón humano. En estos días le he puesto especial atención a dos conceptos mercadológicos que funcionan muy bonito en estos menesteres que nos atañen aquí. El principio de escasez y el objeto del deseo.

 

Básicamente el segundo, consecuencia del primero. (entra música clásica para que suene yo muy culto).

 

La cosa está así.

 

Estamos ya demasiado acostumbrados a tener todo al alcance de nuestras manos. ¿Tienes hambre? Vas al refri, al súper o a la tiendita, ¿Tienes frío? Sacas una chamarra de tu closet, le subes al clima o al calentador de tu casa o coche, ¿Quieres averiguar o conseguir algo? Solo tienes que meterte a internet. Todo es fácil y rápido de conseguir.

 

Pero, ¿Qué pasa cuando algo no es tan fácil de conseguir? ¿Y que tal si además eso que es difícil de conseguir es algo espectacular?

 

¿Se acuerdan cuando abrieron el primer McDonald´s de la ciudad de México? Yo fuí cuando llevaba como un mes abierto, con mis papás, y estuve haciendo cola para llegar a la ventanilla por el tan codiciado festival de carbohidratos más de una hora. ¿Más de una hora? Sí.

Atte la familia Gordollanos.

 

Bueno si tienes menos de 35 años, entonces acuérdate como se pone la tienda de Mac cuando va a salir un nuevo iphone. Mismo concepto.

 

O que tal esas veces que alguien te gusta mucho y no la conoces o no te hace caso, esas veces que te gusta él o la que les gusta a todos, cada vez l@ ves más guap@, cada vez tiene más atributos y menos defectos, y al ser “inalcanzable” hasta verlo o verla duele. Pareciera que es única o único, y nunca habrá alguien igual, pareciera que es el centro del universo y todo mundo quiere estar cerca de esta persona, esta persona se ha convertido ahora en tu obsesión, vaya, en el objeto de tú deseo. Lo bonito de esto es que esa persona esta aplicando el principio de escasez y convirtiéndose en el objeto del deseo… ¡sin querer!

 

¿Y entonces? ¿Cómo podríamos utilizar esto a nuestro favor? Aquí te va:

 

Necesitamos que tu producto (osea tú) sea lo más cañón del mundo. Tu físico, tu intelecto, tu sentido del humor, tu cuerpo, tu cara, tu ropa, tu forma de ser y sobre todo tu cerebro. Para todo esto tenemos infinidad de semanales, audios, videos y dos libros de eL efecto Leopi encargados de lograr esto, así que no ahondaré más en el tema, solo diré que si no has hecho todo eso, pase usted por favor a la tiendita.

 

Esta forma de ser, este nuevo “tú 3.0 mejorad@” tienes que enseñárselo a todo mundo, para que todo mundo, cuando hablen de tí, se refieran positivamente y creen una “reputación” que la gente diga “ X es super buena onda” , “X es super talentosa”, “X cada día está más guap@” y así, eventualmente todo mundo sienta que eres la neta del planeta.

 

Necesitamos que seas la mejor hamburguesa del mundo. Con catsup.

 

 

Tú puedes aplicar el principio de escasez de manera chiquita y de manera grandota. Por ejemplo. Al llegar a conocer a alguien de la nada, en un acercamiento inicial, puedes mencionar que te vas a tener que ir pronto y así crear la sensación de que la persona sólo tendrá tu presencia, energía y atributos por unos momentitos. También se puede hacer en su versión macro, que es básicamente a lo que llamo “Técnica de quitar el caramelo», esta ya es conocida por todos los aquí presentes pero por si no te acuerdas me refiero a “darle el caramelo a tu víctima” o sea tu atención, tu energía, tu presencia, etc, pero cuándo no estés con la persona en cuestión, NO ESTÉS. Deja que te extrañe, no la busques, y así aplicarás el principio de escasez.

 

Esto lo tienes que medir con todas las variables que hayan entre la otra persona y tú, o sea cuanto tiempo puedes no buscarla sin que se enfríe, cuándo debes comunicarte tú y cómo hacerlo, qué está haciendo la otra persona si decides enviarle un mensajito o llamarle, cuál es el momento más conveniente para hacerlo, etc Todo esto varía de persona en persona y de situación en situación, solo lo podrás saber tú y a veces será por medio de prueba y error. Hay que calibrar bien a la otra persona (analizarla y medirla).

 

 

Lo que acabo de mencionar es muy importante, el chiste es no intensear y no ser siempre tú él o la que inicia conversaciones o invita a planes, pero tampoco quiero que desparezcas por completo. Un mensajito en el momento correcto, una aparición, un like u lo que sea pueden hacer toda la diferencia en esta maniobra. Invierte los papeles, ¿Que pasaría si la persona que te encanta (paso 1) nunca está disponible o siempre está muy ocupada (te dan más ganas de verla o verlo aún) de pronto te manda un mensajito un Domingo en la noche… ¡Ay wey! jejeje.

 

 

Recuerda las conocidas y «clichesosas» frases: “Déjalos con ganas de más” (como en los conciertos y en las películas) o “Retírate mientras estás ganando” (como en el póker) o la clásica que decían las niñas en la secundaria “No le hables tú, que te hable él” con sus respectivas flexibilidades por favor. Conviértete en la gotita de la felicidad que todos quieren.

 

Necesitamos que la persona que te gusta quiera la mejor hamburguesa del mundo, sienta que todo mundo quiere esa hamburguesa, sienta que es difícil de conseguir y por lo mismo te convierta en el objeto del deseo…. de las hamburguesas. jajaja bueno, me entendiste ¿no?

 

¡Voilá! Te has convertido en el objeto del deseo.

 

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