Si ya has estado hospitalizado y sobre todo si fuiste internado en el Hospital Juárez de México quizá escuchaste algunos rumores sobre el fantasma de una mujer enfermera con una apariencia agradable y con un uniforme perfectamente bien planchado que atiende especialmente a los pacientes delicados, o bien viste con tus propios ojos a una enfermera con un uniforme diferente que te atendía durante tu estadía. Aquí algunas cosas que quizá no sabías sobre el Fantasma de La Planchada.
1.- Las historias de la planchada:
- Durante la guerra de 1847 con Estados Unidos se necesitó de hospitales de sangre para atender a los heridos, el general Manuel María Lombardini puso a disposición del regidor de hospitales del Ayuntamiento Metropolitano de la capital de México el edificio del colegio de los Agustinos de San Pablo, que funcionaba como cuartel, entonces fue llamado Hospital de San Pablo. Después de las batallas de Padierna y de Churubusco, el 23 de agosto de 1847 se funda el hospital, fue el primer día que ingresaron los heridos, los primeros pacientes de la institución, una versión dice que la planchada trabajaba como enfermera después de estos hechos. Después de la muerte de Benito Juárez, ocurrida el 18 de julio de 1872, se propone que el hospital San Pablo sea llamado Hospital Juárez, nombre que se aprobó un día después, el 19 de julio.
- Otra versión dice que en la década de 1950 ingresó una enfermera de nombre Eulalia, una enfermera que tenía la característica de llevar su uniforme perfectamente bien planchado.
- Durante el terremoto de 1985 de derribó uno de los edificios del hospital, dejando innumerables víctimas, entre médicos, administrativos, pacientes y visitantes. Una versión más actual dice que la planchada murió en este terremoto.
Las versiones son distintas, pero todas señalan a una mujer hermosa, rubia y con un uniforme perfectamente cuidado y almidonado. Aquí más versiones de la leyenda.
2.- La historia de Eulalia. La versión moderna es la que más se cuenta, a mediados del siglo XX ingresó al hospital Juárez una enfermera llamada Eulalia, distinguida por su belleza, su pulcritud y su atención amable con los pacientes. Se enamoró de un médico llamado Joaquín, un hombre que la engañó y sólo jugó con sus sentimientos. El desamor hizo que Eulalia comenzara a ser una empleada negligente y de aspecto descuidado. Más tarde enfermó y murió, arrepentida por sus malos tratos, La Planchada decide aparecer y enmendar su error cuidando a los pacientes.
3.- La mujer que despierta a las enfermeras. Muchas enfermeras cuentan que cuando la planchada se da cuenta de que una enfermera se queda dormida y hay un paciente que la necesita, la planchada les da una palmadita en la cabeza para despertar a la enfermera dormilona. Muchas enfermeras se han despertado al sentir una palmada en la cabeza, mirar a su alrededor, pero no encuentran a nadie cerca. Algunas veces despierta a las enfermeras que se quedaron dormidas tocándoles el hombro o hablándoles al oído.
4.- Ayuda a los enfermos. Hay quienes aseguran que La Planchada ayuda a los pacientes en estado crítico, algunos testimonios hablan de curaciones milagrosas después de haber tenido contacto con una enfermera de buen aspecto y con un uniforme distinto, almidonado y limpio.
Aquí un video sobre La Planchada del locutor y conductor Juan Ramón Saenz
5.- Ataques a los infieles. No todos los encuentros con La Planchada son positivos, se dice que si la planchada descubre a personas infieles dentro del hospital Juárez, éstas serán víctimas de su ira, les provocará accidentes o enfermedades mortales, por eso es conveniente que le seas fiel a tu pareja mientras se estás en el Hospital Juárez, o al menos no reveles que tienes un amante.
6.- No sólo el Hospital Juárez. Las apariciones de La Planchada no se han registrado únicamente en el Hospital Juárez, se dice que su alma vaga por varios hospitales de la Ciudad de México, tratando de ayudar a otros enfermos.
7.- Un poema a La Planchada. En el año de 1976 se realizó un concurso de poesía llamado «Dr. José Rojo de la Vega», convocado por el Comité Organizador de la XXVII Asamblea Nacional de Cirujanos, y participó el siguiente poema:
La Planchada
Fantasmal enfermera que lucía impoluto uniforme almidonado,
con gran esmero, y con primor planchado
en el viejo hospital se aparecía.
A los pacientes atendía
con eficiencia y especial cuidado,
si en nocturno bregar, rudo y callado,
agobiada enfermera se dormía.
¿Quién era esa mujer?; ¿era alma en pena?;
¿era flor por la vida desechada,
que así purgaba singular condena?
¡No lo sé!; más tremante y angustiada,
la voz del hospital aún resuena
cada vez que recuerda a “La Planchada”.
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