¡Descubre tu tipo de carisma y aprovéchalo!

Pamela Jean

Carisma de bondad: Se basa en la cordialidad, benevolencia, compasión y confianza. Quienes lo poseen nos hace sentir valorados, bienvenidos y aceptados incondicionalmente. Son aquellos que te ven a los ojos y logran ver con ternura y amor tu propia alma, conectan con tu corazón. Lo demuestran especialmente a través de la cara, los ojos y sus ademanes amorosos, cálidos, relajados y suaves. Piensa en la Madre Teresa, el Dalai Lama, la Princesa Diana: ellos poseían este tipo de carisma.

Útil para crear vínculos emocionales o hacer que alguien se sienta querido y cómodo. Para dar malas noticias y para tratar con personas déspotas, prepotentes o difíciles (quienes comúnmente actúan así pues se sientes desvalorizados).

Cuida esto:

  1. No usarlo cuando quieras transmitir autoridad o fuerza
  2. No lo uses si no quieres que alguien se abra contigo más de la cuenta
  3. No en situaciones de emergencia en donde el carisma de focalización transmitiría mayor seguridad.

 

Carisma de autoridad: Se basa en estatus, poder y confianza. Quienes lo poseen nos dan la sensación de que son poderosos, que son capaces de influir en nuestro mundo y, MUY IMPORTANTE: estarían dispuestos a hacer algo positivo por nosotros. No basta con ser poderoso o tener un gran estatus, lo que los vuelve carismáticos es la cordialidad del ser humano detrás del cargo o el nombre, aquél que movería cielo, mar y tierra por buscar lo mejor para nosotros mismos. También depende de qué tan respetado sea el individuo. Dice Olivia Fox: “alguien que ocupa un cargo alto pero recibe poco respeto, tiene menos poder real que otra persona con un título inferior pero que es muy respetada”.

Lo demuestra a través de su cuerpo (ocupa el espacio a su alrededor de forma casi territorial, habla menos y más lentamente, asiente poco con la cabeza, sabe modular su voz y usar las pausas), su imagen (utiliza prendas y accesorios finos pero no ostentosos), su título o cargo y, (esto es completamente relevante) lo demuestra también a través de la reacción de admiración y respeto que los demás tienen en su presencia.

Útil para hacer que nos escuchen y obedezcan sin cuestionar demasiado. Muy útil en situaciones de crisis en donde hay que tomar decisiones, delegar y actuar rápidamente.

Ten cuidado:

  1. Si no transmites algo de accesibilidad, puedes intimidar al grado de inhibir el pensamiento crítico de los demás o que no se atrevan a decirte la verdad (lo cual resulta contraproducente para ti y tus resultados).
  2. Recuerda, si no está combinado con una genuina cordialidad e interés en el otro, y con una transmisión de respeto y confianza eficaces, no serás carismático sino que parecerás arrogante.

 

Quizá te identificaste con uno, quizá con varios; lo importante es que logres potenciar al máximo aquel que más se te dé naturalmente (a través de cursos, libros, etc.) y desarrolles los tres para poder hacer uso de ellos en las situaciones que mejor lo convengan

¡Y mucho ojo! Aunque los cuatro son diferentes, TODOS se basan en una cosa en común: la capacidad de transmitir confianza. ¿Sabes cómo lograrlo? Checa esta columna: http://ideasqueayudan.com/2015/11/13/sabes-cual-es-la-clave-para-transmitir-confianza/

 

¡Hasta el próximo viernes! Farewell…


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