Día internacional contra el cáncer de mama


Hoy 19 de octubre se celebra el día internacional contra el cáncer de mama. El cáncer de mama representa la primer causa de muerte tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.

Sabiduría Que Ayuda: El cáncer de mama a partir del año 2006, desplazó al cáncer cérvico uterino para ubicarse como la primer causa de muerte. Anualmente se estima una ocurrencia de 20,444 casos en mujeres.

 

Lo puedo recordar como si hubiera sido ayer. Aunque sólo tenía 6 años, puedo conmemorar perfectamente a mi abuelita con su pelo chino, largo. Esa melena que al sacudirse me hacia sentir diminuta.

Una personalidad firme, fuerte era la que caracterizaba a aquella mujer que llegó a mi vida para quedarse, aunque sólo recuerdo momentos fuertes que marcaron el resto de mi historia.

Era de la mujeres que unía a la familia, siempre tenía las palabras correctas en el momento correcto; ya sea para regañar, o para hacer reír a quienes la acompañaban. Siempre estaba dispuesta a cualquier reto, así fue hasta que llegó el día en que le detectaron cáncer de mama.

Poco a poco esa cabellera que tanto admiraba, que tanto me impactaba paulatinamente dejaba de existir. Hasta que cierto día de la nada, ya no estaba; en su lugar llegaron un par de pelucas, que sin duda la hacían lucir hermosa, inclusive más que antes.

Las visitas al doctor cada vez se volvían más frecuentes. Ya no estaba tanto en casa, como era su costumbre consintiendo a los suyos, pero en especial a sus nietos que éramos su adoración. Cierto día se mudó a casa de mi tío, el menor, las quimioterapias se comenzaron a volver parte de su vida, recibir ese tratamiento que la mantenía con una pizca de esperanza se convirtieron en un infierno, necesario.

La vida día con día le presentaba una prueba nueva y sin embargo; siempre tuvo el temple, la fuerza necesaria para soportarlo.

Aún recuerdo el momento perfecto: era un domingo alrededor de las 3pm, ella ya se encontraba en el hospital siglo XXI, en dónde estaba interna. Mi tío, el mayor, paso por mí y mis hermanos (ellos 4 años mayores que yo), mis primas venían con él. Íbamos a ver a mi “abu”, estaba emocionada, pero triste, no sabía como iba a reaccionar ante aquella imagen que sin pensarlo iba a quedar tatuada en mi piel para siempre.

Todos éramos menores de edad, por ende no nos dejaron pasar. Afuera del hospital estaba una fuente gigante, mi tío subió a avisarle a mi mamá que habíamos llegado, mi prima la mayor nos cuidaba. Mamá se encontraba en la ventana con ella, y de un de repente se asomó para saludarnos. Ya no era la persona que yo recordaba, estaba muy diferente, vestía una bata blanca, el tono de su piel era muy pálido, y su melena, esa melena que me encantaba, ya no estaba.

Con una gran sonrisa en el rostro, sonrió y agitó su mano hacía la ventana, su mirada decía todo y nada. Esa sería la última vez que la vería.

El cáncer de mama representa para muchos una enfermedad más de la cuál debemos de estar prevenidos. Para mí, representa mil emociones y un vacío que jamás se podrá llenar.

Aprendí que un minuto puede ser el diferenciador de un recuerdo, y la prevención puede llegar a ser la salvación de una vida.

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