El viejo que decidió salvar una vida

El viejo que decidió salvar una vida

El viejo que decidió salvar una vida
El viejo que decidió salvar una vida

Ser muy estrictos en los valores no siempre puede ser una buena idea, a veces se necesita un buen sentido de la lógica y pensar en las consecuencias de nuestros actos. Por ejemplo, a veces el perdón puede resultar más valioso que la justicia, todo está en analizar la situación y jerarquizar los valores.

Una leyenda habla de un viejo sabio que meditaba y miraba hacia el norte, mientras lo hacía observó a una persona que estaba corriendo, el sujeto le dijo que unos ladrones lo perseguían e intentaban asesinarlo, por lo tanto le rogó al sabio que no lo delatara. Ante tal petición el maestro voleó en dirección al sur, buscó otra piedra, se sentó y continuó su meditación.

Al poco rato llegaron los maleantes, le preguntaron al sabio si por casualidad había visto pasar a alguien. El viejo era muy estricto en cuanto a sus valores, no le gustaba mentir, siempre se conducía con la verdad y hacía lo correcto, pero en esta ocasión sus palabras implicarían el asesinato de una persona. Si decidía la verdad mataban al muchacho, así que esa no era una opción. Pero mentir significaría ir en contra de todo lo que había enseñado.

El sabio ya había pensado en una respuesta, por eso había cambiado de posición cuando vio al muchacho huir, así que les dijo a los ladrones: «Desde que vine a sentarme en esta piedra no he visto a nadie». Su genialidad ayudó a salvaguardar sus estrictos principios y al mismo tiempo la vida del muchacho.

La vida nos pondrá siempre en situaciones que nos obligarán a tomar una decisión, a veces será necesario poner las cosas en una balanza y tomar decisiones importantes. Otras veces tendremos que hacer uso de la genialidad para no perjudicarnos a nosotros mismos ni a los demás, uso de la imaginación moral que nos ayuden a mantener la coherencia.


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