En qué consiste el día internacional de la mujer

Alessia Di Bari

Alessia Di BariHe de confesar que este día invariablemente tengo emociones encontradas. Hoy es el Día Internacional de la Mujer y siempre me ha causado sensación cuando la gente en la calle me felicita “por ser mujer”… para mí esa felicitación, va en detrimento de lo que conmemora el día.

No hay mérito alguno en ser mujer, así como no lo hay en ser hombre. Ninguno de los dos elegimos nuestro sexo y por consecuencia, nuestro género… simplemente sucedió. Ahora bien, qué hacemos con esto, sí marca toda una diferencia y lo interesante –para mí- es que este día se trata de ver todo lo que se ha avanzado en materia de equidad de género y sí también hay que decirlo, lo que nos hace falta.

Es un día para recordar el para qué del empoderamiento de las mujeres, pero no es un pretexto para cambiar los papeles. Empoderarnos no quiere decir aplastar a todos aquellos que me lastimaron y sobajaron, quiere decir hacernos cargo de lo nuestro, tomar nuestro derecho a la equidad y empezar a comportarnos –hombres y mujeres- como seres humanos… más allá del género al que pertenezcamos.

A mí me parece un gran día para reflexionar acerca de quiénes somos y qué queremos. Notar dónde estamos paradas y qué tipos de relaciones creamos con la gente –hombres y mujeres- que nos rodean. Es un buen momento para cuestionar nuestra femineidad y volverla a definir, si no nos gusta… hasta que encontremos esa que mejor se adapta a nosotras.

No hay una sola forma de vivirnos como mujeres, se vale que me guste salir a trabajar y tener un rol mucho más activo y presente en el ámbito social y laboral, pero también se vale si quiero ser ama de casa y quedarme en casa haciendo un rol más tradicional. Se vale todo, siempre y cuando esté a gusto con lo que estoy haciendo, con quien estoy siendo y en el gran ideal de los casos –no me lleve a nadie entre las patas-.

El tema de este año, propuesto por la ONU Mujeres (Organización de las Naciones Unidas) es: “Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso a la igualdad de género”. Sumémonos a la propuesta y empecemos a cuestionarnos, a dar esos pasos –tan necesarios- hacia la equidad. Cada uno de nosotros –hombres y mujeres- , desde nuestra trinchera, podemos dar un paso hacia un mundo mucho más equitativo. No importa desde donde luchemos, siempre y cuando lo hagamos. Todos podemos aportar algo y todas las aportaciones encaminadas a una verdadera equidad suman.

De verdad, si eres maestro(a) no estereotipes, las niñas no nacimos para borrar el pizarrón y los niños para cargar bancas y moverlas de lugar. Si eres papá o mamá, enséñales por igual a cocinar, lavar trastes o cambiar una llanta… son herramientas que todos necesitamos –sin importar nuestro género-. Si reclutas personal, evalúa a la gente con base en sus capacidades, preparación y fortalezas –sin importar qué genitales tienen-. Si eres persona, trata a los demás como tus iguales.

Yo estoy convencida que si la gente nos tomáramos el tiempo de conectar –como seres humanos- no podríamos pasar por encima de ellos. La única razón por la que podemos hacer eso, es porque lo vemos diferentes a nosotros, porque los deshumanizamos.

Hoy, sácale plática a alguien que no conozcas y busca algo en común con esa persona… te aseguro que te sorprenderás al notar que sin importar con cuántos platiques ¡siempre podrás encontrar puntos de encuentro!

Alessia Di Bari

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