Historia de la Anticoncepción

Irene Torices

irene_toricesLa anticoncepción tiene una historia que se remonta a varios milenios. Ya Hipócrates sabía que la semilla de la zanahoria salvaje podía impedir el embarazo; mientras que Aristóteles mencionó el uso del polen como un anticonceptivo en el año 421. El uso de anticonceptivos preparados con plantas naturales parece haber sido tan efectivo en la zona del Mediterráneo, que en el siglo II a.C., Polibio escribió que «las familias griegas se estaban limitando a uno o dos hijos».

En el primer texto médico del que se tiene noticia, El Papiro de Petri, de 1850 antes de Cristo, figuraban ya las recetas anticonceptivas. Una aconsejaba el uso de excremento de cocodrilo mezclado con una pasta que servía como vehículo, usado seguramente como pesario insertado en la vagina; otra receta consistía en una irrigación de la vagina con miel y bicarbonato de sodio nativo natural. El segundo texto importante, El Papiro de Ebers, contiene la primera referencia a un tapón de hilaza medicado… «Tritúrese con una medida de miel, humedézcase la hilaza con ello y colóquese en la vulva de la mujer”.

La anticoncepción masculina también era practicada. En el siglo I a.C., Dioscórides proclamó que tomar durante 36 días extractos de una planta que se pensaba era madreselva (Lonicera Periclymenum), podía causa esterilidad masculina durante cierto tiempo. En los manuscritos del Rey Minos (1200 A.C.) se refiere que para evitar embarazos y enfermedades usaban como preservativo pulmones de pescado.  Mas tarde, ya en el siglo XVI, el médico italiano Gabrielle Fallopio recomendaba el uso de unas bolsitas de lino, tratadas con medicamentos y cremas orgánicas, que mediante un lazo se sujetaba al pene. Este lujoso condón estaba hecho a mano y a medida y claro solo lo usaba la clase alta.  Hacia el siglo XVII se empezaron a usar los condones de intestino de oveja, atados con una cuerda, fueron ideados por el doctor Condom para el insaciable Rey Carlos II de Inglaterra. El famoso veneciano Casanova también apreciaba mucho este sistema.  Los condones de intestino fueron substituidos por los de látex en 1844 cuando Charles Goodyear inventó la vulcanización, mezclando el látex natural con azufre para conseguir más elasticidad. En 1873, en los Estados Unidos se promulgó el Acta Comstock, la cual prohibía el uso del correo para enviar material obsceno, lascivo y ofensivo. Más de 65.000 preservativos fueron confiscados de depósitos y consultorios médicos, y la pena para los médicos que infringieran la ley llegaba hasta los 10 años.

La anticoncepción hormonal se volvió una realidad práctica hacia finales de los años cincuenta, y en 1959 la publicación de resultados obtenidos durante décadas de experiencia silenciosa con dispositivos intrauterinos (DIU) abrió el campo a esta forma de anticoncepción. En los años siguientes, estos nuevos avances se diseminaron desde Europa y Norteamérica hacia el resto del mundo con diferente rapidez, según cada región. Posiblemente, el primer dispositivo intrauterino (DIU) fue utilizado en pacientes por el médico Hipócrates, al insertar objetos en el útero con ayuda de un tubo de plomo. Sin embargo, el primer DIU médicamente aceptado, el Asa de Lippes, no fue ampliamente utilizado sino hasta 1962.

De los años sesenta a la fecha se han presentado grandes avances en el conocimiento de la anticoncepción. Sin embargo, como casi siempre sucede, el paso del conocimiento a la práctica ha sido deprimentemente lento.

La idea del diafragma provino de un alemán llamado Friedrich Adolf Wilde, quien en 1838 sugirió hacer una impresión en cera del cérvix uterino, para utilizar ese molde y producir una barrera anticonceptiva de hule. Sin embargo, recién en el año 1870 el Dr. Mesinga desarrolla el diafragma delgado de jebe con un aro circular endurecido para cubrir la salida vaginal.

Los métodos más revolucionarios como los implantes de progesterona que se colocan quirúrgicamente bajo la piel, normalmente del brazo, inhiben la ovulación, cambian el revestimiento del útero, y espesan el moco cervical evitando que el espermatozoide entre en el útero. La píldora de anticoncepción de emergencia de la que ya hemos hablado, permite después de la actividad sexual no protegida tener una alta certeza de NO embarazo, claro si esta se utiliza adecuadamente y SOLO en caso de emergencia.

Irene Torices Rodarte

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