¿QUÉ HACE EL GOBIERNO DE LA CDMX MIENTRAS TU PLANEAS VISITAR A RUBÍ EN SUS XV?
¿Le echa aguacate a sus tacos y a tus costillas, se puede?!
Y presumían de que Trump era uno de los peores riesgos para la economía y desarrollo de México ¿será?. Comenzamos a dudarlo, pues desde las trincheras más oscuras y de los rincones menos esperados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), se discuten aún varios temas de gran relevancia para la ciudadanía.
Ello, a menos de dos meses para que la Asamblea Constituyente termine de redactar la Constitución de la Ciudad de México, misma que ayer 8 de diciembre, debatía sobre la viabilidad de la Nueva Ley de Vivienda.
¿De qué va la plusvalía en esta Nueva Ley de vivienda?
La Nueva Ley de Vivienda contempla que las inmobiliarias retribuyan o paguen los «beneficios» que les son otorgados a los dueños de propiedades cuando se construye en zonas con alto valor de suelo, es decir, que si frente a sus casas pusieron un puentecito, arreglaron la banqueta, les echaron un metrobus o un lindo parque de bolsillo, como dueño de esa propiedad que aumenta su plusvalía o valor inmueble, perderían todos sus incrementos y ese dinerito pasaría directito y ¡por ley! a manos de la riqueza pública. ¡Ni Lennin era tan diabólico!
Y ¿nuestros impuestos, a´pa?
Todo en nombre y –según–, a favor de los ecosistemas de la ciudad de México ¿les suena el «Hoy no Circula«? ¿Qué tanto ha beneficiado al medio ambiente? ¿A quiénes favorece en realidad? Meras preguntas.
Aunque lo de la onda de esta Ley no es taaan reciente, pues mientras la ciudadanía se encontraba distraída discutiendo y preocupándose por los planes B, C y etcétera, ante la inminente llegada de Trump a la presidencia del país vecino, en la Asamblea Constituyente se hablaba ya de estas sumas y restas a la plusvalía de la chilanga banda.
¿Qué es lo que se discute hoy, hoy, hoy!?
Nada más y nada menos que las garantías individuales de la ciudadanía, pues de normarse esta iniciativa ¡adiós propiedad privada!, bajo un argumento «bueno», bonito y muuuy barato sobre «el bienestar ciudadano».
¿Qué artículo lo avalaría?
La plusvalía inmobiliaria, de aprobarse esta ley, sería confiscada con papel en mano y de acuerdo a la redacción del artículo 21 del proyecto constitucional (en su numeral 9). Inciso 9, pues.
Por un lado el Gobierno de la CDMX asegura que «quitó» el articulo 21 del proyecto de Constitución capitalina para evitar la confusión de que se crea un nuevo impuesto.
¡Coooórtale, mi chavo!
Sin embargo, la ciudadanía a través de iniciativas como change.org, asegura que esa afirmación es falsa, ya que en el artículo 26 se incluye de nuevo, y sólo se cambió el concepto de plusvalía por el de «gravamen al aprovechamiento inmobiliario».
Mientras en el numeral 9 del artículo 21, aún en el proyecto de dictamen, se plantea que: «Los incrementos en el valor del suelo derivados del proceso de urbanización se considerarán parte de la riqueza pública de la ciudad. La ley regulará su aprovechamiento”.
Como ciudadanía ¿podemos aprobar o no la Constitución que vote la Asamblea Constituyente?
Emm, pues según palabras de nuestro querido diputado constituyente, Santiago Creel, existe una alternativa que es el Referéndum para que eventualmente lo que se apruebe en la Asamblea Constituyente se ponga a decisión de los habitantes de la CDMX, aunque ello depende de la modificación al artículo transitorio 122.
¿Creías que las banquitas y parquecitos nuevos eran buena onda de Miguel Ángel? Obvio no, pues forman parte de los impuestos que pagamos y que ¡no son pocos!
Mantengámonos informados.
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