Creer que son demasiado jóvenes para hablar con ellos de sexualidad es un error que puede salir bastante caro. Lo peor es que es un costo que pagarás tú, sino tu hijo(a). Desde luego no estamos hablando en términos económicos, sino de las enfermedades que pueden afectar su calidad de vida.
Sabiduría que ayuda: Según datos de la OMS diariamente un millón de personas en el mundo contraen una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS). Anualmente, 357 millones de personas se contagia de una de las siguientes Infecciones de Transmisión Sexual (ITS): Gonorrea, sífilis, clamidiasis y tricomoniasis.
Sabemos que tu intención es protegerlo, pero no puedes cerrar los ojos a la realidad. Hoy en día, los jóvenes en México y gran parte de Latinoamérica inician su vida sexual antes de los 15 años y más del 50% lo hacen si usar un método anticonceptivo.
¿El resultado? Están repuntando las cifras de personas con infecciones de transmisión sexual (ITS). Según datos de organizaciones internacionales de salud, uno de cuatro adolescentes adquirirá uno de estos padecimientos antes de terminar la preparatoria.
Si lo analizas detenidamente, este dato es alarmante. En términos reales, implica que la cuarta parte de los jóvenes en el mundo han tenido o tienen que lidiar con una ITS (siendo que algunas de ellas son increíblemente peligrosas, como el SIDA y el Virus del Papiloma Humano). ¿Quieres que tu hijo sea parte de la estadística? Apostamos a que no.
Más allá de que le expliques de dónde vienen los bebés y cómo funcionan los diferentes métodos anticonceptivos, debes hacer énfasis en los factores de riesgo.
Recuerda que hablar de sexualidad no es cosa de una sola charla, sino que es un canal de comunicación que tienes que mantener abierto para que siempre que tenga una duda al respecto seas tú la persona a la que se acerque y no ande buscando información incorrecta con sus amigos (que pueden saber lo mismo o menos que él) o en medios poco fiables.
Incluso, deberías ponerlo a hacer planas para que entienda que la píldora anticonceptiva, el diafragma y hasta el coito interrumpido no lo protegen de estos padecimientos. Su única función es impedir es la fecundación del óvulo.
¿Cómo hablar con ellos de sexualidad?
Te dejamos 7 tips que pueden ayudarte a abrir dicho canal de comunicación:
- Obsérvate a ti mismo. Primero que nada piensa en tu sexualidad y en cómo la estás viviendo. Al final mucho de esto se trata de cómo nos educaron a nosotros y qué creencias tenemos que pueden estar equivocadas.
- No se trata de juzgar sino de informar. Este es uno de los grandes impedimentos para que la charla se de, ya que los hijos tienen la guardia arriba porque tienen miedo de ser juzgados. Es importante que trabajes mucho en juzgar lo menos posible y orientarlo en lo que más puedas.
- Busca el momento y lugar. Un lugar recomendado por los expertos puede ser en el carro de camino a la escuela o a la casa, ya que generalmente no hay contacto visual y esto ayuda a que se desinhiba y se explaye un poco más.
- También habla de tu sexualidad. Es importante que no toda la conversación gire en torno a qué dudas sí y no tiene, o que casi casi lo tengas en examen respecto a cuánto sabe de sexualidad. Algo que va ayudar mucho es que tú también cuentes tus experiencias, para así atraer su atención y hacerle saber que tu también, a su edad tuviste dudas.
- No puedes tener todas las respuestas. Un día te puede agarrar en curva y se vale decir «no sé», pero no se pueden quedar los dos con la duda, así que tienes que considerar siempre tener a mano a un especialista que los oriente a los dos.
Por ello es que te pedimos que olvides tus prejuicios y temores. Si en verdad quieres protegerlo, dale las herramientas para cuide de sí mismo.
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