Somos seres de género

Francisco Javier Garrido

Francisco Javier GarridoEl papel que desempeñan las mujeres dentro del juego de roles en el que nos tocó vivir en nuestra sociedad involucra la piedra fundamental que le da origen a toda la sociedad que hoy somos. Pero aún existe entre nosotros esta lucha de géneros y más aún la necesidad de recibir «tratos especiales» debido al genero, no se con exactitud si eso realmente sea justo pero estoy seguro que no es equitativo.

Celebrar un día a la mujer es muy poco, pero si algo se busca cambiar debemos empezarlo por el reconocimiento pues a través de ello, es que comienza el camino verdadero hacia la transformación.

El motivo más exacto de la existencia es encontrar y ser parte del equilibrio universal. El equilibrio es trabajo constante, es la realidad objetiva y subjetiva y la respuesta a infinitas interrogantes de cualquier guerra. Es la perfección en todo su esplendor.

La mujer es el equilibrio del hombre como el hombre lo es para la mujer; la necesidad y la motivación integral.

Ambos somos seres duales que contenemos esencia del padre y de la madre, esencia del masculino y del femenino; misma que se multiplica en la unión y se complementan en la equidad. 

Ambos provenientes de ambos.

Clasificados porque el orden es necesario, natural y paradójico. Más no existe de forma literal un valor mayor para alguno de los dos y el tratar de comprenderlo, explicarlo y practicarlo es en lo que se nos va la vida.

-Nadie es más valioso que otro ser por el simple género-

La verdadera importancia está en la educación; en la práctica del respeto y en pensar un poco más allá de la particularidad. Así no existirá distinción entre los seres que somos y los roles que se eligen practicar durante nuestra estancia en este mundo.

Las clasificaciones ayudan a poder integrar nuestras personalidades, más no definen nuestras actuaciones morales, ya que podemos ver rateras y rateros, violadores y violadoras etc, etc.

En los orígenes de la sociedad que las ciencias nos narra, se conoce que las hordas tenían bastante establecidos las prácticas sociales que debían realizar cada uno de los integrantes y en su mayoría el macho cazaba y la hembra se quedaba a cuidar a las crías y los ancianos. Pero solo en su mayoría no en su totalidad. Siendo el año 2018 del calendario gregoriano y en una sociedad como lo es la mexicana. Esas prácticas siguen activas pero ya no son las únicas de alguna u otra manera hemos transformado nuestra sociedad y no existe los límites firmes en el orden social; satisfactorio o no, esa es nuestra realidad y lo que antes tenía tonos precisos y amables hoy pueden parecer acosos o abusos entre los géneros. La complejidad aumentó y para quienes viven lejos de los márgenes sociales como para los que están en el centro del mismo, solo nos queda aumentar más la capacidad de tolerancia y ejercer más la práctica del respeto. 

Así habrá a quienes les parece machista y absurdo celebrar un día de la mujer cuando ha estado en aumento la actividad de feminicidios en los diferentes estados de la República y teniendo en primer lugar al Estado de México. Entre otros que consideramos que es importante hacerles saber a las personas cuanto se les aprecia y ama optando por cualquier motivo y hoy se trata de el hecho de ser mujer.

Desde la perspectiva más personal yo veo a la mujer como el más claro ejemplo de una Deidad viva, creo que la energía que de ella emana transforma, crea, hace y deshace universos Completos. Y si se puede celebrar los más días posibles hagámoslo, a las hermanas, como a las madres, abuelas e hijas. Ya que hoy todas participan de los múltiples roles que la sociedad exige.

¡Feliz día de la Mujer!

Porque cada una es una historia que merece ser contada y a la que debemos poner entera atención.

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