Técnicas efectivas para dejar de procrastinar


Son las 9:00 de la mañana. Llegas a tu oficina, te sientas en tu escritorio y prendes la computadora. Abres el navegador y la primera página que abres es Facebook. Revisas la actividad reciente de tus amigos y compartes algunas imágenes que te resultan graciosas.

Para cuando terminas de gritar por el ciberespacio que odias los lunes y los fines de semana deberían ser más largos, el reloj marca las 9:20. Llegó el momento de trabajar y atender esos pendientes que dejaste ayer, ¿no?

Por supuesto, pero antes necesitas tu dosis diaria de cafeína. Así que te encaminas a la cocina, tomas una taza y mientras preparas tu bebida con la mezcla perfecta de azúcar y crema, te pones a platicar con Marianita, de contabilidad. Se ponen al día en los chismes de la oficina, comparten algunas anécdotas y regresas a tu lugar.

Sorprendentemente, para cuando abres el reporte que tienes pendiente ya son las 10:00. ¿A dónde se fue el tiempo? ¡Aún te falta revisar los registros de los últimos dos meses para terminarlo, y lo tienes que entregar a las 11:00!

Te lamentas por haber perdido minutos valiosos y juras no volverlo a ver. El problema es que cada mañana es lo mismo, pues te has convertido en una experta en procrastinar.procrastinar

En pocas palabras, procrastinar es el hábito de retrasar o posponer actividades que deben atenderse, sustituyéndolas por situaciones irrelevantes o más agradables.

Como podrás darte cuenta, esa bonita costumbre de dejar todo hasta el último momento está afectando gravemente tu productividad y desarrollo profesional, por lo que es imprescindible que pongas manos a la obra y modifiques tu forma de actuar.

Sabemos que dejar de procrastinar no es algo sencillo, por lo que queremos proponerte unas técnicas que te ayudarán a lograrlo:

  1. Excusas. Lo primero que tienes que hacer es olvidarte de todas las excusas que das para retrasar las cosas, como por ejemplo: “no tengo tiempo”, “es una tontería” y “trabajo mejor bajo presión”. Detrás de todas estas expresiones está tu falta de interés por el trabajo que desempeñas, así que deberías preguntar si estás en el lugar correcto o deberías buscar otro empleo.
  2. Distracciones. Identifica cuáles son las cosas que más te distraen. ¿Redes sociales, música, video, el teléfono, las plásticas con tus amigos? Cuando lo sepas, limita tu contacto con ellas durante el horario laboral. Créenos que a tu jefe no le interesa si descubriste el video más asombroso de un perro cantando o si tu comadre se peleó con el marido.
  3. Fechas límite. Establece un horario estricto y establece metas concretas y realistas. Seguramente, los primeros días te costará trabajo alcanzarlas, pero debes ser constante.
  4. Niño interno. Evita actuar como un niño de cinco años que se queja de todo, nada le interesa y siempre culpa a los demás de lo que le ocurre o no hace.
  5. Objetividad. Muchos procrastinadores sobreestiman sus habilidades y creen que serán capaces de terminar un informe de 200 páginas, en 20 minutos. Reconoce tus fortalezas y debilidades. Muchas veces, detrás de esa confianza en ti misma, se esconde el miedo a no poder cumplir con la actividad o meta propuesta.

Aunque hemos hablado en términos de desempeño laboral, debes saber que puedes procrastinar en cualquier aspecto de tu vida, por lo que estas técnicas evitarán que sigas saboteando tu vida privada.


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