Viene una época repleta de fiestas y compromisos y, por lo general, siempre nos enfocamos en lo que debemos hacer para ser un extraordinario anfitrión, pero nunca nos ponemos a pensar en la importancia de ser un magnífico invitado para que nuestra presencia sea tan grata que seamos invitados nuevamente.
Ser un buen anfitrión no es fácil y requiere de mucho trabajo antes, durante y después del evento y por ello, como invitados, tenemos la responsabilidad de conducirnos de forma educada y de mostrar nuestro agradecimiento por la atención al incluirnos.
Así que repasemos 10 reglas de etiqueta, que a pesar de que algunas pueden ser obvias, a veces olvidamos practicar.
- La invitación ya es oficial y tu obligación es confirmar tu asistencia lo antes posible para que tu anfitrión pueda planear el evento adecuadamente. Si tienes alguna alegría o restricción es el momento de avisar para que el anfitrión pueda tomar las medidas necesarias. Si las restricciones son demasiado complicadas ofrece llevar tú tu dieta para hacerle la vida más fácil y no complicar las cosas.
- Pregunta detalles importantes (si es que no te los han hecho saber) como si el evento es en interior o exterior, el código de vestimenta, la hora de llegada, el motivo de la celebración, si pueden asistir niños, etc.
- Vístete de forma adecuada a la ocasión, por ello siempre es importante preguntar si es que tienes dudas.
- Nunca llegues con alguien más al evento… solo está permitido asistir con el número de personas que invitaron. Es de pésimo gusto que el invitado invite más invitados.
- Llega a tiempo. No lo hagas antes porque el anfitrión puede ser que todavía no esté listo y lo vas a apenar y tampoco lo hagas después. La puntualidad es básica.
- Siempre debes de llevar un regalo para agradecer la atención de la invitación. Lo más adecuado es algo personal que le haga ver al anfitrión que pensaste en agradarlo. Ejemplo, si a tu anfitrión le gusta el golf puedes comprar unos chocolates en forma de pelota de golf y para la anfitriona siempre es buena idea llevarle flores, lo ideal es mandarlas antes del evento para que las pueda colocar con tiempo o al día siguiente con una tarjeta de agradecimiento. Ten en cuenta que un buen anfitrión ya tiene previsto el menú y el vino que servirá con cada platillo, por ello no es recomendable llevar una botella de vino.
- Nunca hables de temas delicados que puedan causar momentos incómodos o polémica como política, religión o sexualidad. El objetivo del evento es que todos pasen un momento agradable y tu obligación es contribuir para lograrlo. Si alguien más no está cumpliendo con estas reglas, no te enganches y demuestra tú tu educación sonriendo y dando una contestación política y sutil para cambiar el tema. Lograr manejar la inteligencia emocional en estos casos es un arte que te colocará en tierra segura.
- Retírate a tiempo, sé prudente y observa la actitud de tus anfitriones y de los demás invitados para saber cuándo es hora de marcharte. Un buen invitado siempre llega y se retira a tiempo.
- Al día siguiente manda un mensaje o un correo electrónico agradeciendo la invitación y haciéndole saber a tus anfitriones lo bien que la pasaste en el evento como muestra de que en verdad aprecias la invitación y el esfuerzo que hicieron para recibirte y agradarte.
- Si por alguna razón tuviste un accidente y causaste algún percance o rompiste alguna pieza debes disculparte y reponerlo en los próximos días del evento.
Nunca olvides que los buenos modales abren puertas que ni la mejor carrera universitaria podrán abrir…
Abrazos repletos de libertad.
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