¿Te ha pasado que entras a trabajar a un lugar y al principio te sientes contento y motivado, con ganas de hacerla en grande, y unos meses después te empiezas a sentir desinflado, agotado o con la motivación en el piso?. Esto sucede porque hay empresas cuyos factores tóxicos en el ambiente laboral, le exprimen la energía a cualquiera, y tú probablemente te encuentras en uno de ellos. Así es que pon atención a estos cinco indicadores de que un ambiente de trabajo es tóxico.
- Está prohibido tener iniciativa, requieres autorización para todo. Pareciera que cada decisión que puedas tomar, no es tuya solamente, antes de dar un paso tienes que validarlo con medio mundo. Esto es desgastante sobre todo para las personas que tienen un ritmo de trabajo rápido, ya que no pueden avanzar en sus procesos y tareas hasta contar con el visto bueno de varias personas. En muchas empresas esto es cosa de todos los días y aunque a veces por inteligencia de negocios tiene que ser así, puede llegar a ser sumamente frustrante y desmotivante.
- Está prohibido pensar/hacer diferente; es decir, está prohibido ser creativo, propositivo e innovador. Sólo tienes permitido mantener y ser parte de el status quo (las cosas así como están), no importa que el mundo cambie día a día, a algunas empresas no les gusta el cambio ni la modernidad en el pensar (y consecuentemente son las que desaparecen con el tiempo). Aunque hay dinámicas y procedimientos en las compañías que no pueden ser distintos a lo que son por estrategia, hay otras en la que se requiere innovar, y muchas veces a los empleados no les está permitido hacerlo, lo cual, para ciertos espíritus emprendedores puede ser una tragedia, aunque para otros de naturaleza más tranquila puede ser cómodo, lo cual no necesariamente es positivo, ya que aquello que no evoluciona, muere.
- No existe cultura del reconocimiento; Estás en una empresa en donde sabes que tu trabajo estuvo bien hecho solamente porque nadie se quejó. No hay reconocimiento en el día a día a tu talento, esfuerzo y logros. Esto es una situación bastante más común de lo que creemos: Empresas o jefes que piensan que a la gente de por sí ya se le paga con dinero por hacer su trabajo, no tendríamos porqué felicitarlos por hacerlo bien. Esto es un gran error, ya que varios estudios han demostrado que las personas tienen otros motivadores mucho más importantes que el dinero para mantenerse en un trabajo, y uno de ellos es sentir que hacen aportaciones útiles e importantes, y esto sólo se puede transmitir a través del reconocimiento, así que decirle “buen trabajo” periódicamente a alguien, puede representar una feliz diferencia.
- La Comunicación es nula o deficiente. Entre compañeros o áreas se ocultan información o se comparte sólo parcialmente; También ocurre que los acuerdos a los que se llegan son cambiantes y cada quien los entiende de modo distinto. Hay chismes, secretos e intrigas. Somos animales comunicacionales: casi nadie puede prosperar demasiado tiempo en un contexto en el cual la comunicación es defectuosa o poco confiable.
- No existe espíritu de equipo. Los colaboradores de la empresa compiten entre ellos, en lugar de colaborar. Parecen olvidar que todos tienen el mismo objetivo: que su compañía tenga éxito. Se comportan como si fueran enemigos, se meten el pie unos a otros, critican el trabajo de sus compañeros, se echan la culpa cuando las cosas no salen bien y el nivel de confianza está en ceros.
¿Qué puedes hacer si estás en una empresa así?
Estés en la posición en la que estés puedes influir en el cambio cultural cambiando internamente tú, por ejemplo, comunicándote adecuadamente aunque los demás no lo hagan, reconociendo el trabajo de tus compañeros, aunque los demás no lo hagan, seguir buscando innovar por lo pronto en tu manera de pensar y trabajar. Si estás en una posición de liderazgo puedes hacer mucho más, ya que como dicen “el agua cae de arriba para abajo” y siempre es más efectivo que sean los líderes quienes ponen el ejemplo actuando distinto. Así es que eso es lo único que tienes que hacer: desterrar de tu dinámica de trabajo estos cinco hábitos organizacionales fatales y escribir una nueva historia, haciéndole un gran bien a tu compañía, a tu carrera profesional y a tus habilidades de liderazgo. Si aun así te sigues sintiendo desmotivado, te tengo noticias: Hay miles de empresas a las que les encantaría contar con gente como tú, si buscas con apertura y paciencia, encontrarás oportunidades para acercarte a ellas.
Paola Rubio es Coach de Negocios para el desarrollo de Liderazgo y éxito personal.
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