7 diferencias entre Godínez productivos y ocupados

7 diferencias entre Godínez productivos y ocupados

7 diferencias entre Godínez productivos y ocupados
7 diferencias entre Godínez productivos y ocupados

Los resultados hablan por sí solos, los oficinistas que no tienen tiempo para nada se la pasan evitando más tareas, pero hay otros que prefieren dar resultados. Aquí 7 diferencias entre Godínez productivos y ocupados.

1.- Puntualidad. «Quería llegar puntual, por eso salí tempranísimo de casa, pero había mucho tránsito en el camino, antes de llegar al metro había un retén de policías que estaban tratando de encontrar droga o un arma blanca en mi portafolio, sólo mallugaron mi sándwich que estaba por desayunar, luego en el metro había una cola larguísima y meterle saldo a mi tarjeta resultó ser toda una hazaña, y al parecer, alguien se aventó a las vías del metro, ¡justo ahora! ¿No se les puede ocurrir otro momento? Por fortuna todavía estaba a tiempo, pero al salir del metro fui abducido por unos seres cabezones, sin pelo y con gigantescos ojos, me subieron a su nave espacial y comenzaron a hurgar dentro de mi pancita, pero después de un rato me dejaron cerca del trabajo, junto a un puesto de tacos donde estaba comiendo ‘El Chapo’, quien pagó su cuenta y se metió a unas coladeras, creo que tenía prisa porque dijo que ya iban a pasar lista en la prisión. En fin, lo bueno es que ya estoy aquí matando el tiempo contándote cómo me fue en el camino».

2.- Priorizan tareas. «Tengo muchas cosas qué hacer, ¡no es posible! checar mi Facebook, contestar los mensajes de whastApp, ver videos graciosos en la computadora, ir a la tiendita, saborearme mi ‘guajolota’, maquillarme, platicar con mi ¡amiguis, amiguis!, darle a mi amiguis la queja de cómo me va, echar cotorreo con los guardias de recepción, ¡ah! ¡y el trabajo!».

3.- Se enfocan en los resultados. «¿Cliente? ¿Qué es eso? A mí lo que me interesa es que mi jefe esté contento conmigo, que siempre de que pase por mi lugar me vea ocupado, contestarle bien y hacerle la barba de vez en cuando. ¡Naaaa! Los clientes van y vienen, además ese es problema de la empresa, no mío».

4.- Van más allá. «¡No, por favor! No quiero proponer ideas ni proyectos, con lo que tengo ya es suficiente, si ni me da tiempo hacer más cosas, para qué me meto en broncas, yo a lo mío, con eso soy feliz».

5.- Tienen tiempo de todo. «No sé cómo le hacen esos tipos que todavía les da tiempo hacer chambas extra, ‘quesque’ son muy organizados, además les da tiempo hacer ejercicio, pasar tiempo con su familia, ir a cursos, clases y no sé qué jalada y media hacen, ¡yo me la paso quejándome de que no tengo tiempo!, que se me hace que se drogan o algo así».

6.- Hacen una cosa a la vez. «Voy a contestar este mail… mejor ordeno estos archivos en su lugar, ¡ah! Cierto, los documentos de Martínez, ammm… la papelería que tenía que llevar, mejor la llevo de una vez… ¡¿Qué?! ¡¿Ya pasaron dos horas?! ¡Si ni he hecho nada!

7.- Planean y actúan. «Mmmm no me acuerdo qué era eso que tenía que hacer en la oficina, lo checo cuando llegue al trabajo, total, no es necesario saber qué es lo que tengo que hacer… ¡ay pero qué mala suerte! ¡Todo se me junta!

¿Qué te interesa?
Selecciona los temas de interés sobre
los que deseas recibir noticias: