Comunicarse efectivamente es una de las habilidades indispensables para crecer profesionalmente. No sólo porque te permite mejorar la interacción con tus compañeros, superiores y clientes, sino que favorece la exposición de ideas y mejora tus intervenciones en las juntas y reuniones laborales.
Para empezar, debes tener claro que para comunicarte efectivamente es necesario que construyas un mensaje preciso, y que, tras emitirlo, éste sea completamente entendido por tu interlocutor. Por ello, es indispensable que tu lenguaje corporal esté en sintonía con las palabras que estás usando.
De acuerdo con los especialistas en emprendedurismo y desarrollo personal, los principios básicos para comunicarte efectivamente son:
- Despeja tu mente. Dado que la atención es importante en cualquier reunión o junta, es importante que, antes de entrar, te olvides de tus preocupaciones y problemas personales. De otra manera, estarás disperso y será imposible sostener un diálogo efectivo contigo.
- Contacto visual. Es indispensable que mantengas la mirada fija en tu interlocutor. Si en vez de ello, revisas tu celular o la pantalla de la computadora, enviarás un mensaje claro: ¡no te interesa la otra persona! Y si es así, ¿por qué debería el prestarte atención?
- Escucha atentamente. Si quieres comunicarte efectivamente es necesario que escuches lo que tu interlocutor tiene que decir sobre tus ideas. No se trata de que hables como merolico, sino de recibir retroalimentación para enriquecer tu mensaje.
- Preguntas. Para que tu interlocutor perciba que estás interesado en sus ideas, debes exponer tus dudas y hacer preguntas. Esto ayudara a que el otro se explaye y tengas perfectamente claro su proyecto o el mensaje que te está transmitiendo.
- Comunicación no verbal. ¿Cómo te sentirías si, mientras hablas, la otra persona o personas comienzan a bostezar, cruzan los brazos o recorren con la vista toda la habitación, en busca de algo que les parezca medianamente entretenido? ¡Fatal!, ¿cierto? ¡Deja de hacerlo!
- Privilegia el mensaje. A nadie sorprende que exista rivalidad en el ambiente laboral, pero como todos están ahí para lograr el mismo objetivo, es necesario que olvides tu odio y desprecio por determinadas personas. Concéntrate en el mensaje y olvídate del emisor.
- Silencio efectivo. Aunque a muchas personas les molesta el silencio y les es imposible mantenerse calladas por más de cinco segundos, es necesario que no interrumpas a tu interlocutor. Esta simple acción permitirá que el otro se explaye libremente.
Asimismo, te sugerimos que trabajes en tu empatía y no olvides sonreír y asentir, mientras tu interlocutor expone sus ideas, comentarios y opiniones.
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