Estamos tan acostumbrados a leer, escribir y escuchar sobre las señales que nos permitirán descubrir qué tanto le gustamos a esa persona que nos trae locos, que pocas veces consideramos la otra opción: que no tiene el menor interés en salir con nosotros.
Lo sabemos. Suena muy cruel, pero no… ¿preferirías saber, desde el principio que no tienes la menor esperanza, a invertir tiempo, dinero y esfuerzos en “conquistar” a una persona para quien no existes?
Algunos te dirán que, si de verdad te interesa, debes demostrárselo y que las mejores cosas de la vida son las que cuestan más trabajo; sin embargo, creemos que mereces estar con alguien que sepa valorarte desde el principio y a quien no tengas que demostrarle nada.
Es más, para descubrir si le gustas o no, no tienes que romperte la cabeza para descifrarlo. Basta con que sepas interpretar sus mensajes de texto:
- ¿Y tú? Si están en plena conversación en WhatsApp, Facebook, o cualquier servicio de mensajería instantánea, y él jamás pregunta ¿y tú? Está claro que no le interesa conocer tu opinión, o cómo fue tu día. Probablemente, sólo quiera apagar el teléfono y dormir.
- Frecuencia. Si estuviera interesado en ti, ¿no crees que te buscaría frecuentemente? En vez de ello, te escribe cada tercer día o cuando está aburrido. No queremos bajarte la moral, pero eres su “mientras tanto”.
- Jajaja. A menos de que seas una comediante nata, y todo cuanto dices y escribes provoca risas, debes considerar que te está dando el avión cuando su mensaje se limita a: “jajaja”. En términos reales, esas tres sílabas son iguales al “aja” y “OK”.
- Ocupado. Probablemente, tu prospecto de novio es cirujano en una sala de urgencias o lidera una ofensiva militar, de ahí que siempre esté ocupado y no tenga tiempo de hablar contigo. De lo contrario, mensajes como: “Perdón que me tarde en responder, pero tengo mucho trabajo” o “escríbeme y te respondo en cuanto pueda” se traducen de la siguiente manera: “¡No me interesa hablar contigo!”
- Emojis. Dicen que estos gráficos se crearon para facilitar la interacción humana y favorecer el intercambio de emociones; sin embargo, muchos de nosotros los usamos para fingir que estamos prestando atención, cuando en realidad no hemos leído una sola línea del mensaje. ¿Cuántas veces has visto la misma carita sonriente o sorprendida?
Dejar tus mensajes en visto es la señal definitiva de que no le gustas… ¡ni tantito! Mientras más rápido aceptes de que, a fuerza ni los zapatos entran, más rápido podrás continuar con tu vida.
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