¿Escuchaste alguna vez la frase de Henry Ford: “Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto”? ¿Qué genera en la mente? Pues pensar que las creencias son fundamentales en nuestras vidas. Esta frase, también incentiva la creencia de que si tú crees firmemente algo, así va a pasar.
¿Qué es una creencia? Un postulado lingüístico cierto para una persona. No es una verdad absoluta, porque no es cierta para todos. La creencia más común es que si sales desabrigado mientras llueve, te da gripa. Si una madre tiene esta creencia, le pondrá al niño: camisilla, camiseta, chaleco, suéter, chaqueta, ruana, gorro, etc. ¿Y si se desabriga y se moja? ¡Le da gripa y dirá que mamá tenía razón! Pero tú te bañaste esta mañana estando desabrigado y no te dio gripa. ¿Ves que no es una verdad absoluta?
Una creencia es lo que te impulsa a la acción e impacta tu comportamiento. La acción es el puente entre el pensamiento y/o el sentimiento y el resultado. Esta es la razón por la que es importante generar creencias potencializadoras que te lleven a buscar un resultado.
Por ejemplo, Mario tiene alrededor de 45 años y cree que va a ser el mejor jugador de tenis del mundo. ¿Lo logra? Para serlo, debió empezar a jugar más o menos a los 5 años cuando tu estructura mental se prepara para lograr muchas cosas. Además un jugador de tenis, en promedio, está activo hasta los 35 años. A esa edad, Mario ya no lo va a ser…
Pero, ¿qué pasa con el comportamiento y las acciones diarias de Mario, gracias a esta creencia? Seguramente cuidará su alimentación, entrenará todo los días, dormirá bien y se cuidará físicamente. Hará de él una persona más saludable. No cumplió su objetivo, pero la creencia es útil.
O, ¿qué tal el caso de Camila que asegura que una crema le va a quitar todas las arrugas? Cada noche, se la aplicará con la seguridad de que así será. Puede que no le quite las arrugas, pero sin duda, su piel mejorará gracias a esta acción.
La creencia por sí sola no genera un cambio, sin acción se queda en un pensamiento bonito. Recuerda que es la acción la que cambia los resultados en tu vida, cuando se sustenta en creencias potencializadoras. Revisa si tus creencias realmente te están impulsando hacia a la acción. ¿Qué acciones harían que se hiciera realidad?