Sólo tengo algo claro: no estamos condenados a palabras.
Y es que las definiciones me aburren, me incomodan, me resultan injustas; porque definir es limitar y yo prefiero perderme en el mapa de los gestos, en los gritos de las miradas, en las huellas de las manos; no en los pies sino en los pasos, en los juegos de las piernas. He entendido el mundo a través de las letras, letra por letra, rasgo por rasgo, mirada por mirada, trazo a trazo y a veces beso a beso.
Escribir es desnudarse sin querer y a veces sin saber cada que escribes, cada que dibujas, cada que hablas desde el tono de la voz estás enviando mensajes, nuestro pensamiento inconsciente es el que más nos dirige, controlando prácticamente el 90% de nuestras acciones y la escritura es sin duda un proceso inconsciente, sin embargo quizá lo más interesante es esa delgada línea que divide lo que eres, de lo que piensas que eres y lo que los demás piensas.
Como mujer y como grafóloga, ver una escritura es aventarme un clavado a la mente de alguien; visitar un país extraño donde no me siento extranjera, conocer un mundo posible dónde puedo perderme y también encontrarme.
- ¿Cómo eres?
- ¿Te conoces realmente?
Primero… Toma una hoja en blanco, pon tu nombre y tu firma , y contesta las siguientes preguntas, qué dirán mucho de ti y de quién tienes al lado.
- ¿Con qué prefieres escribir?
– Plumón: Te gusta llamar la atención y eres muy sensual.
– Pluma: Tienes capacidad de adaptación y buscas solucionar problemas rápidamente.
– Lápiz: Perfeccionista , observador, nunca te sientes confiado al 100%, te sientes insatisfecho y siempre te falta algo, todo es perfectible.
2. ¿De qué tamaño escribes?
– Grande: Te gusta el contacto con la gente, te relacionas con habilidad; te preocupa lo que piensen los demás de ti, te gusta de una buena imagen y eres protagónico.
– Mediana: Presentas capacidad de adaptación, sabes trabajar tanto solo como en equipo. Te relacionas con habilidad y generalmente eres asertivo.
– Pequeña: Tienes una enorme capacidad de análisis, eres especialmente observador, analizas las cosas constantemente. Prefieres trabajar sólo que en equipo y necesitas de tu espacio forzosamente.
3. ¿Cómo escribes?
– Si escribes muy ancho, y te caben pocas palabras dentro de la hoja; es porque eres gastalón y bastante generoso.
– Si ordenas perfectamente bien el texto de la hoja; eres administrado en lo económico, sabes distribuir información y organizarla.
– ¿No desperdicias ni un pedazo de la hoja? Eres codo.
4. ¿Qué tan rápido escribes?
– Rápido: Piensas demasiado rápido, no te alcanza el día para todo lo que quieres hacer, consideras que la gente no te capta fácilmente.
– Regular o Medio: Eres sensato, sabes tomar decisiones, piensas las consecuencias de tus actos; sin embargo, valoras la inmediatez y eres prudente.
– Lento: Piensas mucho antes de tomar una decisión, analizas las cosas de forma exagerada, lo cual hace que muchas veces no avances.
Si utilizas punto final al terminar de escribir; ya sea un texto a mano o incluso en alguna red social… Se debe, a que eres una persona que termina lo que empieza.
Las personas que no ponen puntos finales, no terminan sus proyectos o dejan las cosas a medias.
5. ¿En qué parte de la hoja firmaste?
– Parte izquierda: Te enganchas a situaciones del pasado; te cuesta trabajo dar el paso a los cambios; generas antigüedad en el trabajo y le temes a los puestos de liderazgo.
– Centro: Eres práctico. Para ti las cosas se hacen al momento no piensas en el pasado ni te obsesionas con el futuro; lo importante es el presente, el aquí y el ahora. Tiendes también al egocentrismo.
– Derecha: Piensas constantemente en el futuro; vives a largo plazo generalmente. Tienes tendencia a la ansiedad y mucha iniciativa adelantas acontecimientos.
6. Si tú firma es…
– Ascendente: Te gustan los retos.
– Recta: No te gusta despegar los pies de la tierra.
– Descendente: Tú ves el vaso medio vacío.
7. Si escribes…
– Redondo: Amable; intenso emocional.
– Semi-Anguloso: Asertivo; emocionalmente sabes equilibrar tus fuerzas.
– Anguloso: Violento.
8. ¿Hacia donde inclinas la letra?
– Vertical: Eres terco y rígido contigo mismo.
– A la izquierda: Enganchas fácilmente al pasado y te cuesta trabajo cerrar ciclos, tiendes a la nostalgia.
– A la derecha: Tú generas los cambios.
9. Revisa las partes bajas de tu letra…
– Partes bajas muy grandes: El aspecto sexual es fundamental en tu vida.
– Partes alta más grande: Eres más racional que sexual.
Ahora que lo sabes… ¡Conócete, acéptate, supérate!