Siempre he envidiado a la gente que sabe diferenciar o reconocer a su special one ¿Nunca les ha pasado? Esas personas que se sienten muy seguras de estar con la persona que están, esas a las que –de menos-, aparentemente, no les entra ningún tipo de duda o inseguridad.
No sé ustedes, pero yo –por ejemplo- cuando alguien me dice: “Prométeme que me vas a amar toda la vida” o algo similar, entro en conflicto. Sí, cómo sé que voy a amar por siempre a alguien, no tengo cómo garantizar eso… puedo decir que voy a hacer todo lo que esté de mí, para que así sea, pero el resto no depende de mí.
También ¿cómo saber con quién te gustaría pasar el resto de tu vida? ¿Cómo estar seguros que estamos escogiendo a la persona indicada? ¿Cómo podemos saber que no nos vamos a equivocar?
Tengo muchos pacientes –hombres y mujeres- que llegan a consulta con un tema parecido a este. Lo real es que no hay manera de asegurarlo, es un miedo bastante común; así que: primer paso: ponte en paz con ser así. Es decir, entiendo que no a todo el mundo le da el mismo miedo específico, pero si tú si eres de estos, es mucho más sano asumir que así me siento que estarme peleando todo el tiempo con ser como soy.
Segundo paso: úsalo a favor. El miedo que nos da perder a alguien que queremos y/o nos encanta, es también uno de los motores que hace que nos estemos poniendo las pilas constantemente. Por otro lado, otra forma de usarlo a favor es escuchándolo. Sí, escucha lo que tu miedo tiene para decirte, no les des de comer, sólo escúchalo; te dará una guía clara de las cosas que necesitas y que te importan.
Finalmente, tercer paso: busca el cómo sí. En vez de estar poniendo toda tu atención en cómo todo podría salir mal y lo indecisa/insegura que te sientes, dale la vuelta, pregúntate cómo sí podrías enfrentar tu miedo… si hiciste el paso dos, a esta altura, tendrás mucho más claro qué necesitas y por lo tanto, será la clave para saber cómo enfrentar tu miedo.
Estar en pareja, sobre todo con alguien que nos encanta… asusta. Pero, si no te arriesgas, tampoco podrás saber nunca si valía la pena o no. Y como diría el buen Alejandro Jodorowsky: “Cuando dudes entre hacer y no hacer, escoge hacer. Si te equivocas tendrás al menos la experiencia”.