Fue un 23 de octubre del año 2001 cuando la compañía Apple presentó su primer iPod, tenía 5 GB de almacenamiento de música en un dispositivo blanco más pequeño que un juego de barajas. Al principio el público fue escéptico, no sabían porqué Apple había incursionado en el negocio de los reproductores de música, pero al pasar el tiempo mucha gente estaba encantada de la vida escuchando música con ayuda de estos dispositivos. ¿Cómo comenzó todo?
En 1999 Steve Jobs descubrió el potencial de la tecnología FireWire, que permitía transmitir datos a velocidades rápidas, con esta tecnología se podían transferir videos tomados con cámaras digitales y editarlos en computadoras. Jobs decidió incorporar puertos Firewire a la siguiente generación iMac.
Apple creó iMovie, en ese entonces había un revuelo en los medios debido al intercambio ilegal de música. En el 2000 la compañía de Steve trabajó para llenar el hueco y compró los derechos de SoundJam MP, un reproductor MP3 para Mac muy conocido, también contrató a tres de sus creadores, uno de ellos fue Jeff Robbin, quien desarrollaba una aplicación de música digital. El equipo de Robbin simplificó SoundJam y añadió la grabación de CDs, así fue como nació iTunes, que se lanzó al mercado en el año 2001. Ahora el público podría transferir canciones a un reproductor MP3, pero hasta este punto de la historia a Steve Jobs le faltaba el reproductor.
A mediados y a finales de los años 90 los reproductores de música no eran muy buenos, los de memoria flash almacenaban sólo las canciones de un CD y los reproductores de disco duro eran grandes y pesados. Jobs decidió crear su propio reproductor MP3, quería uno que funcionara bien con iTunes y atrajera más usuarios a Mac, para eso encomendó a Jon Rubinstein, vicepresidente senior de hardware para que emprendiera el proyecto.
Rubinstein buscó a un hombre llamado Tony Fadell, quien tenía experiencia trabajado en General Magic, Philips Electronics y con un vendedor de audiolibros por Internet que quería llevar el audio digital a Nino. Fadell creó su propia compañía llamada Fuse Systems, pero en algún momento de la historia esta compañía comenzó a quedarse sin dinero, fue en este tiempo de crisis cuando Rubinstein lo contactó.
Un primer proyecto de 6 semanas
Fadell fue contratado por Apple por seis semanas, así comenzaron a trabajar en febrero del 2001, en ese tiempo Fadell creó tres prototipos del diseño del futuro reproductor de Apple, realizados con espuma y con un ejemplo de los gráficos pegado a ellos. Con pesas de pesca le dio a cada modelo el peso aproximado a cada modelo. En abril del 2001, en una reunión importante, Fadell presentó a Steve Jobs y a otros ejecutivos de Apple sus primeros dos prototipos menos prometedores, y dejó el tercer prototipo (su mejor propuesta) para el final, tal como él esperaba, Jobs eligió el tercero.
En esa misma reunión, el vicepresidente senior mundial de Marketing de Producto, Phil Schiller, presentó unas maquetas de un reproductor con rueda de scroll, esta rueda permitiría la navegación rápida entre miles de canciones a cualquier velocidad. A Steve Jobs le agradaron las ideas y le pidió a Fadell continuar con el proyecto, en un principio el trabajo para crear el iPod fue llamado «P-68», pero el producto final se llamaría iPod.
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