¿Cuántas veces te has presentado al trabajo enferma o has tenido que salirte temprano porque el malestar es insoportable? Probablemente, más de las que quisieras admitir. El ausentismo provoca pérdidas económicas y hace que el trabajador que supla la falta reduzca su productividad.
La realidad es que no existe una sola persona en el mundo que pueda presumir de tener una excelente salud y por ende tenga una asistencia impecable en el trabajo.
El problema es que, independientemente de los costos para el sector salud, el ausentismo laboral es un gran gasto para la economía nacional.
De acuerdo con el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Elías Octavio Íñiguez Mejía, el ausentismo laboral, acudir enfermo o retirarse temprano por esta causa, ha generado una pérdida de 1,647 millones de pesos, en lo que va del año.
Esta cifra se dio a conocer durante el Encuentro por la salud, productividad y competitividad, en el que los integrantes de dicha comisión se reunieron con representantes de las industrias automotriz y farmacéutica para conocer los resultados de los estudios que han realizado sobre el impacto económico del ausentismo laboral.
Los datos recabados señalan que las principales enfermedades por las que la gente falta al trabajo son: depresión, migraña, padecimientos respiratorios, hipertensión y diabetes.
Al mismo tiempo se llegó a la conclusión de que el ausentismo por enfermedad representa sólo 1 de cada 3 ausencias, vacaciones y tiempo libre, luto o responsabilidades cívicas son algunas otras causas para faltar al trabajo.
Sin embargo, ir a la oficina enferma no es la solución, pues es imposible ser productiva en esas condiciones. De hecho, se estima que el presentismo laboral (así se llama a la acción de presentarte a trabajar súper enfermo) afecta la productividad de una empresa 4.5 veces más que el ausentismo.
La peor parte es que el inminente envejecimiento de la fuerza laboral de nuestro país sentará las bases para que el ausentismo sea más recurrente y se registren pérdidas equivalentes al 6.3% del Producto Interno Bruto. ¿Por qué? Porque al llegar a los 50 años, los empleados requerirán faltar constantemente para acudir a servicios de salud para controlar enfermedades crónicas, como la hipertensión y la diabetes.
Tal pareciera que el futuro que nos espera no es muy alentador; sin embargo, estamos seguros de que, si cada uno de nosotros modifica tus hábitos alimenticios y adopta un estilo de vida más saludable, cada vez serán menos recurrentes los casos de ausentismo.
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