Autosabotaje, cuando te vuelves el enemigo de tu propio éxito


autosabotaje¿Te has preguntado por qué te cuesta tanto trabajo cumplir tus objetivos o alcanzar tus metas? Usualmente, nos cuesta trabajo asumir nuestros errores y fallas, por lo que le adjudicamos al destino o a la mala suerte lo que nos ocurre.

Los más osados, incluso culpan a otras personas por lo que les pesa; sin embargo, vale la pena analizar cada uno de esos hechos. Si lo hicieras, podrías darte cuenta que todos tienen un elemento en común: tú. Ya sea consciente o inconscientemente, podrías estar saboteando tu propio éxito.

En pocas palabras, el autosabotaje laboral son todas aquellas actitudes, conscientes o inconscientes, con las que obstaculizas tu crecimiento profesional, y que surgen del temor a enfrentarte a algo desconocido o de mostrar tus verdaderas capacidades, así como de la falta de motivación por aquello a lo que te dedicas y del deseo de cumplir las expectativas que otras personas tienen de ti.

Si te has sentido identificada con estas líneas, no te preocupes. Los expertos aseguran que estas reacciones de “protección” son comunes en el 100% de los profesionistas a nivel mundial. Además, en nuestro país, el autosabotaje es más común, pues vivimos en una cultura que fomenta el miedo de crecimiento, la competencia laboral, la necesidad de demostrar superioridad y la envidia en el ambiente de trabajo.

Para que abandones esta tendencia mundial que te impide alcanzar el éxito, te decimos cuáles son las formas de autosabotaje más frecuentes:

  • Dejar las cosas a medias. Ésta es la técnica de autosabotaje más común. ¿Alguna vez has empezado un proyecto con mucho ímpetu, pero lo abandonaste a la mitad del camino? Muchos profesionistas lo hacen por temor a los resultados. Así que, para no lidiar con el fracaso, dejan la tarea sin concluir. Esto les evita cometer errores, así que se sienten más seguros y confiados. El problema es que mientras mantengas este comportamiento, tampoco conocerás el éxito.
  • Procastinación. Todos lo hemos hecho. Tenemos el tiempo suficiente para realizar una tarea, pero la posponemos lo más que se pueda, para tratar de resolver todo en el último momento. Generalmente, esta actitud es un síntoma de la falta de motivación o del poco gusto que sentimos por llevar a cabo una actividad.
  • Perfeccionismo extremo. ¿Te suena la frase “si no vas a hacerlo bien, mejor no lo hagas”? Estas frases son la excusa perfecta para no cumplir con una tarea, pues en vez de lucir como una irresponsable, la gente te percibe como una perfeccionista. Así, sueles invertir horas en revisiones inútiles para demorar la entrega de tus proyectos. Lo cierto es que detrás de este comportamiento, está el miedo a no cumplir las expectativas de otros o de que se den cuenta que no eres competente. Debes darte la oportunidad de cometer errores y de descubrir tus capacidades y conocimientos.
  • Pretextos. En esta categoría de autosabotaje puedes incluir todas las “razones válidas” que das para no aventurarte a hacer cosas nuevas. La falta de tiempo y dinero, la edad, la distancia y hasta la familia, son las excusas más socorridas. La realidad es que recurres a cualquier pretexto para esquivar una tarea que no estás segura que puedas realizar, o bien, de cuyos resultados quieres escapar para no tener que fracasar. Cuando te sientas tentada a escapar de nuevas responsabilidades, recuerda que también estás huyendo de un aprendizaje que puede significar un gran crecimiento en tu carrera.

Si quieres desarrollarte profesionalmente, es importante que tomes consciencia de tus acciones y determines cuáles te ayudan a alcanzar tus metas, y cuáles están saboteando tu éxito.

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