Ayúdalo a superar la ansiedad por los exámenes


examenesEl ciclo escolar está por terminar, por lo que los niños y jóvenes están al borde de un colapso nervioso. Entre exámenes y trabajos finales, les resulta imposible tomar cinco minutos de descanso.

El problema es que la presión a la que están sometidos puede provocarles ansiedad. Más de uno llega a presentar cansancio, dolores de cabeza y estómago. Incluso hay quienes presentan náuseas y vómito durante la época de exámenes.

Es cierto que no puedes evitar que cumpla con sus deberes, ni mucho menos reducir su carga de trabajo, pero sí es posible que ayudes a lidiar con la ansiedad que está experimentando.

De acuerdo con los especialistas, existen varias técnicas que te permiten controlar la ansiedad:

  • Respiración. Lo primero que debes hacer es enseñar a tu hijo a respirar correctamente. Aunque no lo creas, los seres humanos solemos hacerlo mal y de forma superficial. Al inhalar, debe inflarse el abdomen, y al exhalar hay que desinflarlo. El mismo tiempo que tarde en inhalar es el que debe tardar en exhalar.
  • Relajación. Para que tu hijo controle la ansiedad y alcance un estado de relajación más acentuado, de hacerlo progresivamente. Lo único que debe hacer es tensar y soltar diferentes grupos de músculos. Puede comenzar con la espalda y luego con los brazos y las piernas.
  • Causa. Es importante saber qué es lo que está causando la ansiedad, por lo que tu hijo debe reconocer cuáles son sus peores temores. ¿Cree que reprobará una materia? ¿Podría repetir año? En cuanto lo sepa, vale la pena que se pregunte: ¿y si pasa? Prever un mal resultado le ayudará a tener planes alternos y darse cuenta que no es el fin de su vida.
  • Pensamientos negativos. Se dice fácil, pero la parte más difícil de combatir la ansiedad es alejar los pensamientos negativos. Es prácticamente imposible dejar de pensar que todo está mal o que fracasaremos por completo. Créenos que no hay forma de que pase de “voy a reprobar” a “sacaré una excelente calificación”; así que lo mejor es cuestionar los mensajes que nos estamos enviando y optar por una postura neutral: “no sé qué vendrá en el examen, así que mejor estudio”.

Sabemos que la escuela puede ser una fuente inagotable de estrés y ansiedad, pero en vez de verlo como un problema que afecta a tu hijo, considera que te está dando la oportunidad perfecta de enseñarle a enfrentar nuevos retos.

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