«Tengo un recuerdo de cuando era pequeño, a mi padre le gustaba diseñar papalotes con las ramas de un durazno que se ubicaba en el patio de la casa, también usaba hilo, cinta adhesiva, y una bolsa de plástico. Él nos enseñaba a fabricarlos y después nos sacaba al parque donde pasábamos largos minutos volando los papalotes». Jugar con tus hijos trae muchos beneficios saludables.
Jugar con tus hijos mejora la relación con ellos; fortalecen lazos familiares, conocen mejor a sus pequeños y tienen mejor salud, pues el simple hecho de realizar actividades con los pequeños los hace mover el cuerpo y hacer ejercicio. Jugar con los hijos, además de ser un placer, es una necesidad. Jugar con los niños no solo trae beneficios a los padres, los pequeños también reciben muchas cosas positivas. Aquí algunos beneficios para los niños y sus progenitores.
La importancia de jugar con tus hijos
1.- Hay mejor comunicación. Los niños y los padres se entienden mejor con actividades como el juego.
2.- Seguridad. Los niños que juegan con sus padres se vuelven más seguros de sí mismos, estar con sus padres hace que un menor ase sienta más tranquilo.
3.- Mejora las habilidades sociales. El primer contexto de un niño es la familia, ahí desarrolla una imagen de sí mismo y de su mundo, cuando un pequeño juega con los miembros de su familia las relaciones sociales se potencian, por lo tanto le es más fácil explorar y aprender. Los niños mejoran sus habilidades para jugar.
4.- Mejoran su autoestima. Cuando padres e hijos se ponen a jugar la autoestima de ambos se fortalece, además crean una interacción única y un sentido de pertenencia.
5.- Son mejores en la escuela. Al jugar con los niños los padres hacen algo más que entretenerlos, sus hijos fortalecen su creatividad y eso les sirve para tener éxito en la escuela, el ambiente hace que el niño se relacione de forma creativa con el mundo, lo que fomenta su imaginación. Los niños creativos y que están acostumbrados a usar su imaginación son menos agresivos, más tolerantes y buenos para hacer su tarea con poca ayuda.
6.- Mejora su atención. Los niños que juegan con sus padres tienen más facilidad para concentrarse en el salón de clases.
7.- Tienen control emocional. Un niño que acostumbra a jugar con sus padres aprende a influir en otros niños y es capaz de controlar sus emociones. También sabe identificar las señales afectivas y las emociones ajenas.
Los niños que juegan con sus padres aprender a hacer actividades físicas, son más sociables e la escuela, tienen menos emociones negativas y son más felices. Los padres son muy poco conscientes de los beneficios que hay en jugar con los menores, pero es una actividad realmente importante. Juega con tus hijos al menos 20 minutos al día. ¿Con qué tipo de juego te diviertes con tus hijos?
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