¿Calientas la cama o haces el amor?

Edelmira Cárdenas

edelmira_cardenasSi eres de las personas que sólo se acuesta en la cama (o donde sea que practiques el sexo) y esperan recibir el premio mayor, déjame decirte que eres de la gran mayoría que solamente “calientan la cama”… aunque con tan poco movimiento pareciera que ni las sábanas puedes arrugar. Y si eres de aquellos a quienes les gusta experimentar con cada centímetro del lecho, en cada zona de tu pareja, de forma innovadora y sexualmente placentera: felicidades, eres de los que les encanta hacer el amor. En virtud de lo anterior, esta semana hablaremos de cómo hacemos el sexo… o lo deshacemos. Pero ¿cómo sabemos si andamos juntando o desparramando en todo este asunto?

Antes que nada hay que aclarar que una relación sana está basada en un constante desarrollo, no necesariamente perceptible ni conscientemente provocado; lo que sí podemos decir es que aquello que no está en constante cambio, suele perderse en la inmensidad del pasado. Y el sexo no es la excepción. Es muy difícil que alguien me diga que experimenta el sexo como lo vive hoy de la misma manera que como fue el día en que dejaron la virginidad ¿verdad?

Empecemos por las frases y comportamientos típicos de los que calientan la cama:

  • Cuando la pareja está encendida se acuestan de lado y dicen algo así como: “me voy a dormir, hazme lo que quieras, pero cuando termines me tapas”.
  • No suelen buscar para nada el contacto físico, antes bien lo rehúyen orillándote a que tu mejor amigo sea un dildo o la mano.
  • Suelen ser muy permisivos, no dicen jamás no; pero mientras sucede el sexo su mayor cooperación suele ser: o abrir las piernas (algo así como simulando un agujero en una pared) o meter y sacar (hacen parecer que ordeñar a una vaca es toda una aventura, aunque la vaca no gime, por lo menos hace “muuu”).

Por otro lado quienes son amantes de hacer el amor pueden caracterizarse por:

  • Los detalles en los pequeños momentos: una flor, una palabra, un beso, una sonrisa, gesto, mirada provocativa.
  • Hacen del sexo una aventura: nunca sabes qué esperar de estas personas cuando están recibiendo y dando placer.
  • Les gusta su pareja y les encanta demostrarlo, hasta cuando no desean expresamente hacerlo les sale el cariño y el deseo de manera espontánea.
  • No tienen que tocar tu cuerpo completo para hacerte sentir una persona completa y satisfecha durante el sexo.

Si alguna de estas características te checó, creo que está genial (sea cual sea que haya sido la característica que sientas que te corresponde), lo importante es conocerse a uno mismo y a la pareja para crecer juntos y disfrutar el sexo al máximo. Y recuerda que no todo lo que hagas o te hagan te tiene que llevar al límite de los placeres, porque el placer más grande no es complacerte en todo sino placerte en lo que más importa.

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