¿Es en serio? ¿Creen que este señor necesita de la política para mejorar sus negocios? Slim tiene el mundo en su bolsillo desde que su padre le diera lecciones de economía ¡¡cuando tan sólo era un chavito!!, y quien cada vez que vendía algún producto en sus fiestas familiares, llevaba registro de ello y administración de sus recursos.
Un tipo que supo aprovechar la crisis de los 80 -muy parecidita a la que vivimos ahora-, donde el modelo económico se gastó súper rudo y tuvo que tomarse de la mano del empresariado para salir del hoyo. ¿Cómo? Pues nada más y nada menos que poniendo en venta instituciones públicas como TELMEX que quedaron no sólo en la bancarrota gracias a su mala administración por parte del gobierno, sino que también de manera interna estaban gastadísimas en cuanto al trato y las garantías a la banda de empleados que tenía en ese entonces y pues terminaron en manos de empresarios de buen ojo pal billete como Slim.
En redes sociales tan sólo hace algunos días y ante los movimientos que se dieron alrededor del país por el gasolinazo, se comenzó a incentivar la candidatura de Slim hacia la presidencia de México para 2018 con hashtag “Anímate Slim”; claro, como en algún momento se hiciera con Carmen Aristegui y como se le ha rezado a diferentes “santos” de diversos sectores, de la onda tepocatoza de Fox o hasta con más punch y clasecilla como Miguel Alemán Valdés por allá a finales de los años cuarenta, quien por cierto también era empresario antes de ser político y de quien se derivaron proyectos chidos como la creación de Ciudad Universitaria y hasta la industrialización de México.
Mientras nosotros íbamos, Carlos Slim ya venía de regreso; la época en la que los empresarios tenían que involucrarse en la política para salvarse de las malas administraciones, en efecto, no se ha extinguido (al igual que los mugres dinosaurios), pero ¡papá, Slim ya está más allá del bien y del mal!, y si decidiera tomar este tipo de porras para entrarle al ruedo, sería por mera diversión, claro sin perder de vista los dineros del sector privado y delegando como manda dios (en lugar de mandarle a Trump a un becario caríchimo como Videgaray).
Nuestra clase política nos cuesta mucho y a falta de buenas opciones y de verdaderos cambios en ese rollo, lo único que parece quedar es gritar como esas doncellas de las películas de antes, esas doncellas tipo Kong, que gritan desesperadas que vengan a salvarlas ¡que alguien haga algo! ¿Sería tarea de Slim hacerlo? Pos no y si quisiera, pues sería “interesante” verlo.
Además el Consejo Mexicano de Negocios (CMHN) también le hace el paro a Slim, casi desde tiempos inmemorables, pues ahí la crema y nata con billetiza, negocios, etc, regulan las relaciones entre los empresarios de peso pesado y el estado, poniéndoles de vez en cuando su éstate quieto a los politiquillos.
Carlos Slim ¿para Presidente? Sí, claro.
NOTAS RELACIONADAS
Efectos del enojo y cómo darles la vuelta. Aquí.
Tecnología y mundo virtual¿te acercan o te alejan de tus mejores momentos? Aquí.
¿Qué es la Teoría del Pánico y cómo evitar que le afecte a México? Aquí.