Hay una infinidad de familias en donde hay únicamente hijos varones, también está la contraparte, hay padres que únicamente tuvieron hijas, no tiene nada de malo tener puros hombres o puras mujeres en casa.
Es posible que te hayas quedado con las ganas de tener una niña, pero por distintas circunstancias (económicas o biológicas) ya no pudiste tener a la princesita que alegrara la casa, en cambio tuviste puros varones que se la pasan pateando la pelota, jugando luchitas y rompiendo las ventanas de la casa.
Obvio no puedes cambiar la realidad, a menos que adoptes a la niña que siempre quisiste tener. Una muy buena idea es echar un vistazo al lado positivo de tener hijos varones.
En algunos momentos los hijos varones hacen los juegos más divertidos y emocionantes, aunque eso sí, los niños corren más riesgo a lesionarse a causa de sus proezas diarias, pues obviamente no están jugando a la comidita o al castillo y la princesita.
Además, en cuanto al aseo personal un niño no necesita de elaborados peinados o trencitas que llevan más de 5 minutos, un niño sólo necesitará de tres pasaditas con el peine (20 segundos, o más si vas a ponerle gel), a la hora de comprarles ropita a tus niños una niña sale más cara, pues cualquier pequeño queda bien guapetón con unos zapatitos bien boleados, un pantaloncito, una camisa y un suéter, pero una niña necesita las medias, los zapatitos, el vestido, la diadema, el moño y demás accesorios para quedar como toda una princesa. Pregúntale a cualquier madre que haya tenido a la parejita de hijos, seguro te dirá que la nena sale más cara que el chamaco.
Los niños no se andan con rodeos, su comunicación es más directa y franca que la de las niñas, los pequeños van directo al grano cuando tienen que decirte algo, además de que aman de forma especial a su madre.
Si en tu casa solamente hay hombres no te preocupes, de igual forma si tu marido se encuentra en medio de puras princesitas y una reina. Ama a los hijos que te tocó tener y quiérelos con todo tu ser, no necesitas más, después de todo son tus hijos.
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