Sí. A veces pareciera que no hay solución. Los continuos desastres naturales dan muestra del daño que ha sufrido la Tierra, a lo largo de los años.
Lo cierto es que nunca es tarde para reparar los errores cometidos y regresarle al Planeta lo mucho que nos ha dado. Éste es quizá el objetivo principal de que cada 22 de abril celebremos el Día de la Madre Tierra.
Esta fecha se celebró por primera vez en Estados Unidos, en 1970. Su objetivo principal es ampliar y diversificar el movimiento ambiental en todo el mundo, con la única intención de construir un medio ambiente saludable y sostenible para que las generaciones futuras puedan disfrutar del esplendor de la Tierra.
En la edición 46 del Día de la Madre Tierra, los organizadores fijaron la meta de plantar 7.8 millones de árboles, en un periodo no mayor a cinco años.
Pero… ¿por qué árboles?
- Estas especies ayudan a combatir el cambio climático, ya que absorben el CO2 de la atmósfera. De hecho, se calcula que en un solo año, media hectárea de árboles absorbe todo el CO2 que produce un automóvil en 42 mil kilómetros. Impactante, ¿no?
- Pero eso no es todo. Los árboles nos ayudan a respirar aire limpio, pues absorben los olores, gases contaminantes y partículas de polvo. ¡Tanta falta que nos hacen los árboles en este momento que tenemos problemas de contaminación!
- Además, con la plantación de árboles podemos contrarrestar la pérdida de especies.
- Y por si no fuera suficiente, los árboles ayudan a las comunidades a lograr la sostenibilidad económica y ambiental a largo plazo, pues les proporcionan alimentos, energía e ingresos.
Como puedes ver, la mejor manera de celebrar el Día de la Madre Tierra es sembrando un árbol. Con esa actividad, no sólo serás parte de la solución al problema del Cambio Climático, sino que les darás a tus hijos una valiosa lección de cómo cuidar el medio ambiente.