¿Vas de vacaciones o tienes que salir de tu hogar? Estas son algunas de las formas en las que puedes cuidar a tu mascota mientras no estás en casa.
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- Provisiones. Debes estar familiarizada con este concepto, así que sólo diremos que antes de salir, debes asegurarte de que tu angelito peludo tenga comida y agua suficiente, así como juguetes y uno que otro premio escondido. Esto lo mantendrá entretenido y evitarás que acabe con tus sillones o zapatos.
- Accidentes. Tal como si se tratara de un niño pequeño, debes cuidar que no queden al alcance de tu perro objetos que pueda tragarse, cables, botellas de vidrio o algún otro artículo con el que pueda lastimarse.
- Límites. Si no quieres hacer corajes y pasarte la noche entera limpiando, te recomendamos que limites las áreas en las que no quieres que entre tu perro. Puedes cerrar con llave las habitaciones prohibidas o recurrir a puertas corredizas. Eso sí, debes asegurarte de que tenga espacio para moverse y jugar, y los límites nunca serán sinónimo de que lo dejes en la azotea o amarrado.
- Ayuda. Si algún amigo o familiar puede cuidarlo o pasar un rato con él, no dudes en pedirle ayuda. Tu perro agradecerá tener con quien pasear y jugar. También puedes contratar los servicios de algún paseador que trabaje cerca de tu casa. Si optas por esta opción, no olvides pedir referencias e investigarlo un poco, antes de dejar que se acerque a tu mejor amigo.
- Compensa el tiempo. Seguramente estás familiarizada con los recibimientos efusivos de tu angelito peludo, así que al llegar a casa debes retribuir todo ese amor y compensar el tiempo separados. Dar un paseo nocturno les servirá a ambos para relajarse.
- Fines de semana. Aunque quieras pasar el sábado en pijama y viendo películas, debes dedicarle tiempo a tu perro y jugar con él. Él valorará cada instante que pasen juntos.
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