Aunque en la actualidad es común que las parejas se divorcien, nadie está preparado para pasar por ese proceso. Dentro de todo lo que debes enfrentar, la parte más difícil es informarles a tus hijos pequeños que tu pareja y tu van a separarse.
Llegado el momento luchas contigo misma para encontrar las palabras correctas, aquellas que le hagan entender que el divorcio no tiene nada que ver con él.
Si te encuentras en esta situación debes entender que la separación será particularmente dolorosa para él, por lo que es tu papel atenuar el impacto.
Recuerda que la explicación deberá ir en función de la edad de tu hijo. En caso de los niños menores de cinco años, y que son más propensos a sentir ansiedad y estrés por el divorcio.
Toma en cuenta las siguientes circunstancias:
1.- Equipo. Probablemente tu pareja y tú no puedan ponerse de acuerdo en nada y todo sea motivo de discusión, pero deben esforzarse en trabajar en equipo para darle la noticia a sus hijos. Deben estar juntos en el momento de darles la noticia. Olvídense del “yo” y hablen de “nosotros”.
2.- Directos. Si han tomado la decisión de divorciarse, es lógico que tus hijos hayan percibido el ambiente hostil o hayan presenciado discusiones, así que la noticia no resultará tan sorprendente. Sin entrar en detalles, explíquenle de manera sencilla lo que está ocurriendo y que juntos tomaron la decisión de separarse. En ningún momento se culpen el uno al otro y recuérdenles que siempre serán sus padres y que el divorcio no cambia el amor que sienten por ellos.
3.- Sinceridad. La sinceridad debe ser la palabra clave en la conversación con tus hijos. No finjan estar bien por ellos, es normal estar triste. Reconocer su pesar les mostrará que está bien expresar sus sentimientos. Tampoco alimenten falsas esperanzas. No les hagan creer que la separación es momentánea y que las cosas pueden cambiar en el futuro.
4-. Culpa. La mayoría de los niños suelen culparse por la separación de sus padres. Llegan a creer que, si hubieran sacado mejores calificaciones o hubieran levantado sus juguetes, las cosas serían diferentes. Es importante que les hagan entender que ellos no tienen nada que ver con su decisión. Hagan hincapié en que el divorcio no afecta su relación padres e hijos y recuérdenles que siempre los amarán y estarán a su lado.
5-. Rutina. Uno de los errores más comunes que cometen las parejas que se divorcian es asegurarles a sus hijos que nada cambiará con la separación. Lógicamente ellos sienten ansiedad y desesperación cuando notan que ahora deben ver a sus papás por separado, que tendrá dos casas y no siempre dormirán en el mismo lugar. En estos casos, la honestidad es la mejor arma.
Explíquenles que vendrán algunos cambios y que tendrán que adaptarse a nuevas costumbres. Si ya tienen idea de cómo van a distribuirse el tiempo con ellos, díganles qué días estarán con papá y cuáles con mamá.
Si hay mudanza en puerta, háganlos partícipes de los preparativos. Dejarlos escoger el color de su nuevo cuarto puede ser una buena idea.
6.- Preguntas. Los niños de tres años se caracterizan por cuestionar el porqué de todo, así que prepárense para ser bombardeados con todo tipo de preguntas sobre el divorcio. Deben ser pacientes con ellos y responder a cada cuestionamiento. Si desconoces alguna respuesta, no les mientan. Díganles que aún no sabes cómo se resolverá tal o cual cosa, pero que en cuanto tengan la respuesta se los harán saber.
7.- Problemas. Una vez que les hayan comunicado la noticia deben de estar atentos a cualquier señal de problemas. Ante el divorcio de sus padres, muchos niños dan muestras de inseguridad, por lo que pueden tener pesadillas, volverse introvertidos o adoptar un mal comportamiento. En algunos casos, tienen regresiones, por lo que vuelven a mojar la cama. En cualquiera de estos casos debes dejarlos que desahoguen y expresen su tristeza. Probablemente necesiten tiempo para adaptarse a su nueva vida. Si los problemas permanecen, no duden en buscar ayuda profesional.
8.- Espía. Tus hijos deben permanecer alejados de sus conflictos de pareja, por lo que no permitan que presencien las discusiones por la custodia, el dinero o la pensión alimentaria. Una vez que se haya dado la separación, resistan la tentación de preguntarle a los niños que hizo o dijo su ex. Ellos no deben convertirse en sus espías.
Ante todo, tengan presente que siempre serán padres, por lo que es de vital importancia que mantengan una comunicación sana. Esta es la única manera en la que podrán cumplir con su labor de mamá o papá. Ambos deben intervenir en la educación y formación de sus hijos.