Para muchos padres es difícil hablar de sexualidad, pero es un tema realmente importante, si les proporcionas la información adecuada podrás evitar que tus hijos se metan en graves problemas, como son contraer alguna infección o enfermedad sexual o tener un embarazo no deseado.
¿Cómo hablar con tus hijos sobre el uso del condón?
Este tema es uno de los tópicos que deben tratarse con detenimiento, no les digas únicamente que deben usarlos. Oriéntalos sobre la forma correcta de usar un condón.
Mantener a tu hijo seguro, saludable y libre de enfermedades es una prioridad para él y para ti. No pretendas que tu hijo averigüe por sí mismo dónde conseguirlos y cómo usarlos, el consejo que le dan sus amigos podría ser exacto o bien, erróneo.
Mitos y realidades sobre el uso del condón:
Una información equivocada sobre el uso de este anticonceptivo podría llevar a tu hijo a realizar prácticas inseguras que provocarían que se contagie o exista un embarazo no deseado.
Un condón es un método anticonceptivo de barrera, pues evita que el semen que contiene los espermatozoides lleguen a la vagina. Además de los embarazos, los condones son un método para prevenir enfermedades de trasmisión sexual.
Hay condones masculinos y femeninos, aunque los femeninos son menos populares que los masculinos. Los femeninos son una especie de funda generalmente fabricada con poliuretano, también tiene un extremo cerrado, como los masculinos, y un anillo en el extremo abierto.
Cómo utilizar un condón:
Cuando un condón es utilizado de la forma adecuada la efectividad del preservativo es ideal, lo primero que tienes que hacer es revisar la fecha de caducidad, fijarte que la envoltura tenga aire, destapar la envoltura con la yema de los dedos. Mantén presionado el receptáculo del semen para que no entre aire y desenrolla el condón sobre el pene.
Después de usarlo retira el condón evitando que se derrame el semen. Después hay dos opciones, algunos dicen que lo más conveniente es amarrarlo y tirarlo a la basura. Otras fuentes aseguran que el hecho de amarrar un condón provoca un nido de bacterias que podría ser en perjuicio para otras personas, por ejemplo si el condón usado y amarrado se rompe y alguien que trabaja tratando la basura tiene contacto con este condón roto. Las personas de la segunda postura dicen que es mejor no amarrar los condones después de su uso.
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