¿Cómo le hago para que mis jefes me den permiso?


Aunque ¿te ha pasado que te avientas la clásica «más vale pedir perdón, que permiso» y la magulladísima «lo bailado nadie me lo quita«?

Lo de menos es que te castiguen, pues en algún momento de la vida tus días como «prisionero» y «chacho» de tus padrastros (porque seguro en ese momento los ves como tales), terminarán y podrás volver a hacer de las tuyas… ¿verdad?

Ok, te la compramos, pero ¿qué tan confiable te vuelves entonces ante los ojos no sólo de tus jefes, si no también de las personas que te rodean? ¿es para tí importante ser digno de confianza?

Seguro que cuando se habla de desmadre, es lo que menos te importa, pero ¿cómo puede influir en tu vida que seas un costal o una metralleta de mentiras?

¿Cómo le hago para que mis jefes me den permiso?

Ser confiable es chido

Cumplir con tus promesas, es un gran atractor de grandes oportunidades, no sólo en tu casa, si no también con tus cuatxs y las personas en general, pues logra atraer simpatías, logros e independencia ¿por qué? Por la sencilla razón de que no necesitas mentir para convencer a los demás, pues eres tú mismx y expresas lo que sientes y necesitas en combinación con una actitud proactiva, que apunta a tu integridad como persona.

Digamos que por ejemplo quieres ir a la fiesta de un dude de la escuela, pero va a terminar hasta morir, sabes que tus papás o quienes cuidan de tí, no te van a dejar, pero ¡puedes negociar con ellos!

Cómo negociar una salida sin que te echen un rollazo

¡Fácil! ¿Has visto a lo políticos que salen a prometer y decir que harán maravillas para que la gente vote por ellos y acabadas las elecciones, ya con ellos en la posición que buscaban, le dan la espalda a la gente?

Lo mismo ocurre cuando «negocias» con tus jefes, pero a la mera hora llegas tarde o te vale y no avisas que pez contigo, ¿crees que votarían por tí de nuevo? ¡Obvio, no! En verdad, no es gran cosa, sólo es cuestión de ponerse las pilas y de paso irte convirtiendo en una persona más independiente, gracias a que cumples con tu chamba en la escuela, con tus compromisos en familia, por ser neto con quienes te rodean y por ganarte algo tan, tan valioso para todo ser humano: la libertad y la confianza de quienes te aman.

Para lograrlo:

Evita ser impulsivx

No prometas por prometer (ni armes berrinche), eso te meterá en problemas y a la larga saldrás menos, claro, además de quedar en ridículo.

Negocia valiéndote de tareas extra en las que podrías ser de utilidad a tus jefes y se adecuen a tu edad. Si ni así te dan permiso, respeta la decisión, ello te sumará puntos si sabes cómo calmar tu loco mar de hormonas ¡respiraaa!

Hazte valer de apps y recordatorios de las tareas y promesas a las que te comprometas, donde los horarios y fechas de cada una te queden claras y no se te barran ¡tu negociación se podría ir al traste de descuidar estos importantes detalles!

¡Listx para pedir permiso? Planea, cambia tus hábitos y ¡cuéntanos qué tal te va!

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