¡Simplemente ya no puedes más! Estás segura de que si mantienes el mismo ritmo de trabajo vas a sufrir un colapso nervioso. No duermes, prácticamente no comes y tu estado de ánimo es tan inestable, que en casa todo mundo te huye en cuanto te ve llegar. No hay otra opción: ¡necesitas unas vacaciones! Pero, cómo pedir vacaciones y no morir en el intento, aquí te lo decimos.
Antes que comiences a empacar deberás atender un detalle insignificante: pedirle a tu jefe que autorice tus vacaciones. Nada de qué preocuparse, ¿cierto? Bueno, tal vez si debas inquietarte un poco. Varios de tus compañeros están en la misma situación y están próximos a entregar un proyecto importante, así que ¿cómo lograr que te den esos días libres sin morir en el intento?
Recuerda que a todos los trabajadores les corresponde un periodo de vacaciones pagadas siempre y cuando ya hayan teniendo un arduo año de trabajo, este periodo de vacaciones no debe durar menos de seis días e ira aumentado de dos días al año, hasta que se llegue a 12 días por cada año y después del cuarto año, el período de vacaciones aumentará en dos días por cada cinco de servicios.
No vamos a mentirte, no es una tarea sencilla, pero tampoco es imposible. Lo más importante es que juegues bien tus cartas. De otra manera, no sólo te quedarás sin vacaciones, sino que tu jefe creerá que eres una irresponsable que no tiene el menor compromiso con su trabajo y los proyectos de la empresa.
Para ayudarte a obtener el ansiado: “sí”, aquí te dejamos algunos tips que debes tomar en cuenta de cómo pedir vacaciones:
- Momento adecuado. Toma tu calendario y analiza cuáles son las fechas más oportunas para que te ausentes de la oficina sin que ello afecte el trabajo de los demás. En cuanto hayas definido los días, debes acercarte a tu jefe cuando esté de buen humor y relajado. Una técnica que nunca falla es pedir tus vacaciones justo después de que hayas desempeñado una tarea exitosa.
- Plan. Tu jefe querrá saber quién se hará cargo de tus actividades mientras estás de vacaciones, por lo que te sugerimos que elabores un plan detallado. Propón a algunos candidatos para cubrirte y asegúrate de no dejar proyectos pendientes. Incluso, puedes elaborar una guía de emergencia para quien tenga que suplirte esos días.
- Negociación. Como lo dijimos, no será sencillo que tu jefe autorice tus vacaciones; sin embargo, puedes negociar y ofrecerte a trabajar los días en los que los demás suelen ausentarse. Imagina disfrutar de las aguas caribeñas de Cancún y temporada baja y trabajar en una ciudad prácticamente vacía durante Semana Santa. No suena mal, ¿cierto?
- Espera. No hagas planes ni reservaciones para tus vacaciones hasta que hayas hablado con tu jefe. Este detalle no sólo evitará que hagas gastos inútiles y tu jefe lo percibirá como un acto de cortesía y que estás tomando los intereses de la empresa y consideración.
Existe la posibilidad de que no puedas tomar las vacaciones en los días que habías elegido, pero es importante que definas una fecha con tu jefe o superior. Recuerda que descansar no sólo es una necesidad física, sino un derecho laboral también.
Cuéntanos cómo te fue.
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