A veces no nos damos cuenta qué tan claras son las cosas hasta que se nos revelan de manera muy abrupta, y no nos queda más que reaccionar ante las circunstancias; sin embargo, para que no te tomen desprevenido estas situaciones, haz caso de todas las señales, pues en los temas de amistad no siempre logramos ser objetivos y claros a la hora de interpretarlos. Es maravilloso contar con compañeros con quienes compartir formas de pensar, metas, temas en común, viajes y hasta trabajo; no obstante, considero que en este sentido hay ocasiones en las que se pierde la perspectiva de lo qué significa la amistad y cómo puedes considerar que alguien en realidad te aprecia tal cual eres.
Los amigos normalmente sienten empatía por cualquier situación que implique éxito, realización o un logro ya sea para uno o para el otro; se felicitan o bien se dejan saber que es algo que les alegra, y en ningún momento puede sentirse esa aspereza que en ocasiones denota la envidia o los falsos halagos; así que necesitas ser muy, pero muy imparcial cuando vayas a interpretar alguna manifestación de cariño hacia tu persona, pues a veces la falta del mismo, hace que uno imagine cosas que en ocasiones no están en el guión de la película y, por lo tanto, se hace difícil creer que la persona a quien consideras de toda tu confianza, no sienta lo mismo por ti; o sea, que no es tan amigo como tú creías. No te vayas con la finta de que todo aquél que se te acerca sea como tú o reaccione igual que tú; así que primero, cuando inicies una relación de camaradería, te recomiendo que practiques el dicho que las abuelas repetían: «como veo, doy», y esto literal quiere decir que no des más de lo que recibes, así la energía está balanceada y, por consiguiente, nadie saldrá perdiendo ni sintiendo que hizo, dio, o entregó más que el otro.
Si aún no lo tienes claro, es muy fácil, te dan tiempo, dalo; te escuchan, escucha; te procuran, procura; y viceversa; empero, si no sucede algo de lo anterior y tú estás que no puedes más y quieres salir corriendo a ayudar, a DARTE, etc.; toma un respiro y piénsalo dos veces, pues no eres la Cruz Roja ni la beneficencia pública. Todo en una verdadera amistad se va dando conforme la confianza crece, y cuando es de manera equitativa nadie siente que exista un desequilibrio en la relación, así que ten en cuenta que mientras más permitas que las cosas por sí solas hablen, y por supuesto que tú también estés pendiente de los detalles, todo va a marchar de maravilla, de manera que esa hermandad se construirá sólida, con bases y cimientos muy firmes, y en ello está implícita la comunicación.
Que toda amistad que tengas te genere un sentimiento de paz, de armonía y de acoplamiento; lo mejor en este tipo de relaciones es sentir que estás con alguien de tu familia sin que existan lazos de sangre, ese es el secreto.
Que tengas una bendecida semana.