“¡Qué el dinero no llueve del cielo!”, nos han dicho muchas veces cuando mencionamos que queremos más. ¿Qué tan cierto es esto? Pues bien, depende de si solo lo quieres o si realmente estás comprometido.
Básicamente, la diferencia radica en la holografía que generas en cada una de las dos situaciones y la manera en la que te asocias a ella. No es lo mismo decir “quiero tener más dinero” que “me comprometo a tener más dinero”. Y así como difieren en el lenguaje, también se trata de dos holografías totalmente distintas.
¿Qué te imaginas tú cuando dices “quiero tener más dinero”? Yo me imagino de pie y que del cielo aparece una bolsa de dinero que me cae justo encima, como si del cielo llovieran billetes. ¿Tú ya sabes cuál es esa holografía que haces?
Ahora bien, lo que hay que tener en cuenta de esta holografía es que no implica acción alguna. En este caso se espera, literalmente, que el dinero llueva, que sencillamente llegue, que aparezca un nuevo trabajo o cliente…
Esta vez, piensa en lo que te imaginas cuando dices “me comprometo a tener más dinero”. ¿Qué diferencia notas? Al menos yo me imagino haciendo muchas cosas para forjar varios caminos que me lleven a conseguir el dinero. ¡Esta holografía sí implica acción!
Como ves, cuando la imagen cambia, tu comportamiento también se modifica. Es por eso que cuando a una persona que dice “quiero tener más dinero”, le dices que vaya a trabajar más, se queja. Mientras que aquel que se compromete sabe que es justo lo que necesita, sin importar lo que haga para conseguir su objetivo. Las personas comprometidas con su proyecto madrugan, trasnochan y están dispuestas a pagarle el precio a la vida.
Lo mismo pasa cuando una persona dice que quiere bajar de peso: a veces tiene hábitos saludables y a veces no y, por lo tanto, los resultados también varían. Mientras que una persona comprometida con su bienestar físico es totalmente congruente con lo que piensa, dice y hace. Sin duda, esta última persona consigue lo que quiere.
Te invito a que pienses en algún objetivo que tienes en mente ya hace tiempo. No importa el que sea. ¿Cómo lo expresas? ¿Encuentras la diferencia entre querer y comprometerse a tu objetivo? ¿Pudiera ser esta la razón para que hasta ahora no hubieras llegado a la meta?