Hace poco preguntaba en mi Instagram cuáles son los principales problemas que la gente cree que hay en la comunicación familiar.
La mayoría de las personas hablaban de cosas parecidas, y me di cuenta que hay tres problemas en los que casi todos coinciden.
3 problemas comunes en la comunicación familiar
No hablar de algo con la intención de no lastimar:
Parece que en afán de ahorrarnos más problemas o sentir que lastimamos a alguien, la mayoría de nosotros prefiere hacer mutis con respecto a temas o detalles que pueden parecer pequeños. El problema es que casi siempre crecen y entonces, quizás, explotamos, y entonces sí, terminamos logrando lo que en un principio evitamos.
Fingir o esconder lo que sentimos:
Ya sea porque no nos damos cuenta o porque hemos crecido creyendo que sentir es equivalente a ser débiles, la mayoría coincidimos en que cuando no nos mostramos generamos una brecha entre nosotros y la otra persona, que a su vez, no nos permite conocernos y apoyarnos mutuamente.
Que no exista comunicación:
O al menos creerlo, porque de hecho es imposible no comunicar. Si te fijas bien, también los silencios comunican algo. Quizás al no permitirnos hablar acerca de lo que estamos comunicando es cuando creamos los malos entendidos en nuestras familias.
Si notas que “caes” en alguno de esos problemas en tu comunicación familiar, observa qué te lleva a esconderte o a no querer hablar. No se trata de juzgarte y ponerte una calificación al respecto, si así ha sido hasta hoy es por algo. Quizás no ves tus recursos o la fuerza de los miembros de tu familia, tal vez se hayan lastimado demasiado y prefieres estar lejos. Esta columna sólo es una invitación a que hoy observes cuál está siendo tu postura y los efectos que tiene en tu familia.
A final de cuentas… no hay comunicación perfecta.
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