Es una realidad que muchas universidades públicas sufren debido a los problemas que causan los porros, y esto ha sido así durante décadas. Recientemente, alumnos de la UNAM y del IPN han hecho marchas y protestas para pedir que estos elementos sean eliminados del sistema educativo; para lograr esto, yo les tengo una propuesta muy simple, basada en que la calidad de la educación los erradicaría.
A la universidad se va a estudiar, y es un derecho que realmente no es gratis. Cada alumno matriculado nos cuesta a todos los mexicanos; pagamos por los buenos estudiantes, pero también por los malos, nuestros impuestos pagan por la educación de todos los escolares de las universidades públicas. Cada estudiante es una inversión para todo el país y, como tal, lejos de esperar a que el empleo les llegue solo o a que el Gobierno pague sus primeros sueldos, esperamos que nuestros egresados universitarios generen empleos, nuevos productos, patentes, y que sean productivos, de modo que todo esto nos haga crecer como país. De nada sirve tener ingenieros y licenciados a los que una vez egresados, además de la educación, también se les tenga que subsidiar para que tengan trabajo. Por lo que a la universidad solamente deberían ir quienes demuestren tener la capacidad requerida y ganas de estudiar.
Entonces, ¿cómo podemos eliminar a los porros de las universidades? Con filtros de calidad. Cada estudiante en una universidad pública en este país es un estudiante “becado” por todos nosotros. En una universidad privada para acceder a una beca o a un crédito estudiantil te exigen calidad, ¿por qué no hacer lo mismo en las universidades públicas? A continuación, te doy mi sugerencia de requisitos para poder acceder a una “beca” (un lugar) en la educación pública:
- Promedio mínimo de 80 para ingresar a la universidad. Si alguien es ya mal estudiante desde la preparatoria, seguramente lo seguirá siendo en la universidad. Si un mal estudiante quiere demostrar que ahora sí va a estudiar y trabajar, que ingrese en una escuela privada y ya con un mejor promedio que aplique al siguiente periodo para incorporarse a la escuela pública; esto con el objetivo de que quien entre a una universidad pública cumpla desde el inicio con este requisito de calidad.
- 80 % de asistencia a clases. A la universidad se va a estudiar y para acreditar una materia se debe haber asistido por lo menos al 80 % de las clases.
- Terminar los estudios en tiempo y forma. Los estudiantes deberán terminar la preparatoria en máximo cuatro años para seguir matriculado, la licenciatura en cinco y una ingeniería en seis años.
- Mantener un promedio mínimo durante toda la carrera de 80.
Los porros no van a las universidades a estudiar, no entran a clases, no tienen buenas calificaciones, y algunos están matriculados durante muchos años. Con estas propuestas podemos matar dos pájaros de un tiro: 1) eliminamos a los porros y a los malos estudiantes, y 2) subimos la calidad de nuestros universitarios y futuros profesionistas. Un verdadero estudiante haría de este artículo su pliego petitorio.