Con la misma vara que mides serás medido

Georgette Rivera

Cuantas veces no has escuchado «con la misma vara que mides serás medido» que a manera de refrán desde tu infancia, se ha repetido una y otra vez en tu casa, escuela, o bien en el lenguaje coloquial de tu entorno. Si bien   es cierto,  es importante que al leerla o escucharla llegues a darte cuenta de la profundidad que tiene, ya que no es fácil de una sola oída prestarle la atención requerida, y te lo aclaro porque, en muchas ocasiones, algunas personas me han comentado  las situaciones tan difíciles que están viviendo ya sea en su trabajo, familia o vida personal, y resulta que no se explican por ningún motivo la causa de esas viscisitudes; es más, en una oportunidad una chica me dijo que la despidieron de manera grosera sin darle explicaciones, pidiéndole que  tomara sus cosas y abandonara el lugar.

Georgette Rivera

Estaba en realidad consternada, pues le dijeron que no podrían extenderle una carta de recomendación, así que durante los meses siguientes se quedó sin trabajo y al estar buscando en los lugares adonde acudió y puso como referencia el anterior, dieron pésimas referencias de su desempeño. Le pregunté si en algún momento ella había hecho algo dentro de la empresa que justificara el hecho de que no la recomendaran y me dijo que no; sin embargo indagué más y,  después de unas semanas, me confesó que en algunas ocasiones hizo cosas que habían resultado negativas para algunos de sus compañeros, se aprovechaba de situaciones en las que ellos podían salir perjudicados y ella galardonada, con su jefa era exageradamente condescendiente y trataba por todos los medios de ponerle el pie a todo aquél que pudiera cruzarse en su camino; es decir, si alguien podía ser tomado en cuenta para un ascenso, ella ponía todas las trabas y por supuesto lo impedía, hacía que ese trabajo se entorpeciera y cerraba todas las puertas para aquella persona que no fuera ella y que pudiera ser considerada para un mejor puesto, añadiendo que se divertía sabiendo que no lo lograrían, no importando que esos individuos siguieran  esperanzados en lograr una nueva meta.

Lo anterior es muy grave dado que esta chica pudo hacer daño en ese lugar durante casi dos años; no obstante que alguien se percató y corrió el comunicado a recursos humanos, por lo que la vigilaron y después de algunos  meses la despidieron. Ahora ella estaba padeciendo lo que le había hecho a otras o a muchas personas, cabe mencionar que no solo lo hizo en ese empleo sino en los anteriores, por lo que ella tuvo bastante tiempo para reflexionar y arrepentirse de su proceder.

Después de casi dos años de batallar para encontrar un nuevo empleo, se dio cuenta que fue medida con la misma vara que ella midió a los demás y por sobre todas esas cosas, fue realmente una experiencia que no le desea actualmente a nadie, por lo que incluso tomó terapia y se concretó solamente a dar ejemplo de su laboriosidad y compromiso en el trabajo, lo que significa en este caso que ella pudo reformarse y tener otro comportamiento.

Es importante mencionar que éste es uno de los muchos casos en los que la persona actuó de manera negativa, pero no dejemos atrás esos momentos cuando simplemente un comentario  mordaz, grosero, faltó de información o negativo, afectan a uno o más sujetos sin deberla ni temerla, por eso, hoy reflexiona y date cuenta si en algún momento mediste a alguien de manera que hoy día no te expliques el porqué de las cosas que te suceden según tú inmerecidamente.

Que tengas una bendecida semana.

Georgette Rivera

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