Estamos tan acostumbrados a pensar que la vida de una persona se divide en cinco etapas: infancia, adolescencia, juventud, adultez y vejez. Pero… ¿has considerado el hecho de que no se dan de un momento a otro y que siempre hay una etapa de transición?
Tal vez, la transición de la infancia a la adolescencia es uno de los periodos más complicados, pues no se te considera ni un niño ni un adolescente o puberto. Pareciera que uno habita en el limbo, ¿cierto?
Afortunadamente, hoy en día ya existe una categoría que incluye a estos niños-no niños. Se les hace llamar “tweens” y engloba a todos aquellos cuyas edades van de 7 a los 13 años.
Este término es una contracción de la palabra anglosajona “betweens”, que significa entre dos, y se usa para hacer referencia a esta población preadolescente acostumbrada a manejar gran cantidad de información, gracias a su acceso a internet y diversas herramientas tecnológicas.
Pero… ¿qué caracteriza a los tweens?
- Suelen tener prisa por crecer.
- Sus modelos a seguir o las personas con las que se identifican suelen ser dos o tres años mayores.
- Dado que no han aprendido a esperar, buscan la gratificación inmediata.
- Comunicarse con ellos no es una tarea fácil, pues pueden reaccionar irracionalmente, con un niño de dos años, o cerrarse por completo al diálogo, como un adolescente.
- Rechazan todo lo que tenga apariencia infantil.
- Se rebelan contra todo lo relacionado con una figura de autoridad.
- Recurren a la moda para autoafirmarse.
- En el caso de las tweens, la apariencia, la moda y todo lo relacionado con la belleza adquiere relevancia.
Cabe señalar que los tweens no sólo son la primera generación que nació con internet en casa, sino que son consumidores natos. Ellos ya no necesitan el filtro de la madre para elegir qué quieren comprar. Incluso, la publicidad está enfocada a ellos.