A través de muchos años de experiencia en psicoterapia me he topado con un gran porcentaje de personas que sienten el no haber sido amadas por su padre o por su madre y he logrado constatar el daño emocional que esto ha provocado en estos individuos. En este artículo me propongo explorar el tema de la Madre tóxica y en algún otro articulo escribiré a cerca del Padre tóxico.
Esto es un tema que parecería un tabú en nuestra sociedad, de lo que no nos gusta hablar, ya que es el ventilar heridas profundas que los individuos llevan en sus almas. Y este, desgraciadamente es un problema mucho más común de lo que podemos imaginar.
Buscando el estereotipo de lo que seria esta madre tóxica, podríamos hablar de una madre que es controladora, usa las comparaciones y la humillación pública como método de control; así es como la dominaron a ella, cuando la madre procrea más hijos, ella se identificará con uno de ellos dirigiendo su preferencia en menosprecio de los otros. Pocas cosas son tan destructivas para un hijo como la comparación, donde se engrandecen las virtudes de uno y se menosprecian las del otro, ya que por su inseguridad estas madres sienten que necesitan formar alianzas con otros miembros de la familia para ejercer el control. En muchos casos estas madres tóxicas creen que si demuestran el amor, de alguna manera, pero su hijo (a) no lo percibe; en otros casos nos encontramos que la madre sabe que no demuestra el amor, pero se justifica diciendo que no sabe como demostrarlo y en los casos más tóxicos no sólo se presenta la falta de demostración afectuosa, sino que la madre tiene conductas o expresiones que demuestran desprecio. Y esto se debe a que en estos casos nos encontramos con madres que no deseaban tener un hijo, que se embarazaron como método para escapar de el hogar de sus padres para casarse, para agradar a su pareja, o que fueron abandonadas por sus parejas quedando sola con sus hijos.
Otro aspecto de la conducta tóxica de la madre es la manipulación, donde la madre se pone en una situación de víctima para provocar el remordimiento del hijo (a) y esto se aumenta conforme los hijos crecen y se vuelven autónomos tomando sus propias decisiones.
Este tipo de madres comunican continuamente un mensaje oculto y silencioso: “Sin mí, no puedes ser feliz”. En su relación tóxica con los hijos continuamente buscan hacerse imprescindibles y crean relaciones codependientes con los hijos. Estas madres son controladoras y siempre trataran a sus hijos como si fueran niños, a pesar de que estos crezcan y se hagan adultos. Incluso cuando estos se casan, ellas mantienes el deseo de decidirlo todo en la casa de estos hijos casados, desde el cómo se debe educar a los nietos, hasta cómo los visten y qué es lo que deben de comer. Estas madres por lo general desaprueban la elección de pareja de sus hijos.
Tipos de madres tóxicas.
- Desdeñosa. Es la madre que ignorara los logros de sus hijos. Si estos hacen algo por hacerla sentir orgullosa, ignoran el esfuerzo o lo minimizan.
- Controladora. Estas madres se niegan a reconocer la independencia de sus hijos, el hijo se convierte en una extensión de ellas mismas, y debe estar dispuesto a hacer todo lo que ella desee.
- Inaccesible. Las madres distantes emocionalmente están presentes físicamente, pero no le brindan afecto al hijo (a).
- Envidiosa. Se trata de madres que denigran a sus hijos y son tremendamente críticas ya que sienten celos de los logros de éstos.
- Narcisista. Mantienen una conexión superficial con sus hijos porque están demasiado centradas en sí mismas.
¿Pero qué es lo que hay en lo más profundo de estas madres tóxicas? La respuesta es, una hija que a su vez tuvo padres tóxicos. Descubrimos que la estupidez es algo que viene de generación tras generación y que se aprende a un nivel inconsciente. El problema esta en que cuando un individuo crea una familia para compensar la necesidad interna de tener eso de lo cual careció, en profundidad lo que hace es avivar la herida. Esta mujer tiene una necesidad profunda de sentirse hija, mucho mas poderosa que sentirse madre. Desea intensamente ser amada, mucho mas que de ofrecer amor. ¿Cómo podrías dar, aquello que no tienes?
¿Qué hacer con esta cadena tóxica, para evitar que siga pasando de generación en generación? La respuesta es, primero ser consciente de que eres una madre tóxica o que tienes una madre tóxica, paso siguiente, buscar apoyo profesional que te ayude a sanar las heridas grabadas en tu mente desde tu infancia. Si eres hijo (a) de una madre tóxica y descubres que la toxicidad de tu madre alcanza niveles excesivos, incluso es recomendable poner una gran y saludable distancia de por medio.