La competencia entre los seres humanos viene en su naturaleza, pues todos queremos lo mejor, alcanzar metas y tener casi una fuerza especial que nos oriente a grandes resultados. Esta competencia ha llegado a las parejas, el competir por ser más o mejor que el otro, se ha convertido en el pan de cada día en una relación, pero ¿Qué pasa cuando la competencia con tu pareja deja de ser sana?
Sabiduría que ayuda: Estudios muestran que el tener objetivos en pareja y hacer el esfuerzo entre los dos para lograrlos aporta más bienestar y felicidad a tu relación que realizar una victoria individual. Aunque lo digan los estudios, no siempre es así y cuando la competencia con tu pareja se torna difícil empieza una crisis importante.
El ser competitivo de una forma sana resulta un estímulo para la relación en pareja, esto ayuda a superar obstáculos, lograr objetivos y crecer como pareja. Pero cuando esta competencia no se maneja de manera adecuad se puede salir de control y crear una rivalidad que destruye.
Cuando tienes una relación competitiva no sana se tiende a subestimar la ayuda del otro y a restarle importancia a las cualidades y virtudes con las que cuenta su pareja. Esto lo detecta como una confrontación y comienza una guerra por saber quién es mejor que el otro.
Deja de ser una competencia sana cuando te restriega en la cara todos sus aciertos: mejor trabajo, mejor paga, menosprecia o se burla de lo que tu logras, pues no estas a su altura, presume sus nuevas cosas conseguidas gracias a su capacidad mayor que la tuya etc.
Las parejas donde fijan su esquema de relación en la competencia, están menos interesados en el avance del otro, solo piensan en sus intereses, no reconocen las cualidades y las virtudes de su pareja e ignoran y subestiman su ayuda –así de fuerte es al competencia en pareja– .
Esta competencia nada sana no solo se ve en un mejor puesto de trabajo, mejores cosas y mejor salario, va más allá como ser popular con los amigos, en el desempeño sexual, mayor admiración y afecto de los hijos, o sea una cosa muy canija.
¿Se puede logran un equilibrio? claro que sí, todo se puede en esta vida –menos que el cruz azul vuelva a ganar un torneo– debes empezar con:
- Poner en claro las prioridades profesionales de cada uno.
- Caminar hacia las mismas metas.
- Tener una comunicación amplia y gran conocimiento de las expectativas frente a lo que aporta cada uno a la relación.
- Tener en cuento que todo suma para bien.
- Realicen una reflexión constante para identificar que actitudes se están saliendo de control
- Creen proyectos juntos donde se fomente el compañerismo, respeto y la reciprocidad
Cuando la competencia con tu pareja deja de ser sana deben parar un omento y pensar que es lo que eta pasando, quienes son y hacia dónde quieren caminar y si lo van a ser juntos o no. Esta competencia es buena y se llegan a cumplir grandes logros cuando, el compañerismo, la buena onda y el amor es la base.
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