En consulta es común tener parejas que llegan sintiéndose no vistas, poco comprendidas y lastimadas. Estar en pareja es difícil, es aprender a convivir con alguien que fue criado de manera distinta a ti, que tiene otros hábitos y posiblemente en muchos temas tenga una forma distinta de verlos.
Mi primer año de matrimonio fue difícil. Yo era muy joven y conocía poco a mi marido (nos casamos a los siete meses de conocernos), y si soy sincera, nunca había trabajado en mí, en mis creencias con respecto a las relaciones, al amor y el compromiso. Era muy común para nosotros en ese entonces estar en constantes discusiones de este estilo:
- Yo: ¿te gusto?
- Esposo (mientras está jugando un videojuego): si
- Yo: … ¿sí a secas? ¡Mírame! ¿Te gusto aunque haya subido diez kilos?
- Esposo: sí me gustas
- Yo: ósea, ¿me estás diciendo gorda?
- Esposo (ya molesto): si vas a escuchar lo que se te dé la gana entonces para qué me preguntas…
Y este tipo de discusiones son muy comunes. En la semana atendí a una consultante que estaba triste porque últimamente han estado teniendo dificultades para entenderse. Sus discusiones van más o menos así:
- Novia: ¡oye! Te vi cómo le estabas viendo las nalgas a la vecina y te estabas codeando con tu amigo. Sólo te voy a pedir que tengas más respeto y no lo hagas en mi cara
- Novio: ¡pues tú también ves a otras personas y yo no te ando reclamando después!
¿Y a quién no le ha pasado? Estar con una pareja que nos encanta es sentir miedo, va de la mano, y a veces, cuando sentimos miedo y nos peleamos con la emoción podemos reaccionar a la defensiva, groseros y no comunicando lo que nos está pasando.
Después de cinco años de matrimonio y junto con mis consultantes he descubierto buenos tips para comunicarme mejor con mi pareja:
- Aclara lo que estás escuchando: muchas veces nuestra pareja dice algo, pero por nuestras creencias, prejuicios y formas de ver la vida podemos estar entendiendo de una forma que no es la intencionada. Una buena manera de aclarar que el mensaje que estás recibiendo es el que tu pareja te está queriendo dar es hacerte cargo de lo que escuchas. Te recomiendo que le digas “cuando tú dices que _________ yo escucho _______”, por ejemplo, yo pude haberle dicho a mi esposo “cuando tú dices que sí te gusto después de que te dije que me siento gorda, yo escucho que estás diciéndome gorda y me da miedo que me dejes”.
- Pregúntale a tu pareja qué escuchó: si la reacción de tu pareja ante algo que le dijiste no es la que estabas esperando (por ejemplo, le hiciste una broma y se enojó), pregúntale qué escuchó. Notarás que muchas veces su reacción no tiene que ver contigo sino que quizás lo que le dijiste o la forma en la que lo hiciste lo o la lastimó.
- Pide lo que necesitas: notarás que conforme más hablen tú y tu pareja bajo estos términos se sentirán más cómodos para pedir lo que necesitan, hazlo. Nadie tiene por qué saber lo que tú necesitas si no lo comunicas, sea quien sea.
- Ten paciencia y repite las veces que sea necesario: es normal que aunque ya hayamos hablado con nuestra pareja de cómo nos sentimos o de qué escuchamos con ciertos comentarios que se les olvide y vuelvan a hacer algo parecido, tente y tenle paciencia, no es un ejercicio de una sola vez.
Las relaciones de pareja suponen un reto para muchos de nosotros, estar con alguien que te encanta, da mucho miedo, pero vale la pena.