La mayoría de los mexicanos no hay hora de nuestro día que no pensemos en dinero y para bien o para mal, e incluso algunas veces el sólo pensar en él nos causa un conflicto. ¿El dinero es bueno o malo? El dinero es neutro no es ni bueno ni malo, eso depende el uso que le demos. En mis investigaciones sobre el éxito la mayoría de nosotros relacionan el éxito (o mide el éxito) de acuerdo con el dinero producido, pero la pregunta es: ¿cuánto dinero es el que necesitamos en nuestras vidas?
Tenemos la creencia de que mucho dinero nos dará tranquilidad, felicidad y que asegurara nuestra vida y la vida de nuestra descendencia. También hay quienes tienen la creencia de que la pobreza es la llave de una vida plena, ¿pero cuál es la realidad?
La realidad es sobre todo cuando tenemos dependientes: que no tener dinero es un inconveniente, el no satisfacer algunas de las necesidades de la casa causa estrés entre todos los miembros, además al intentarlo conseguir algunas veces produce ausencias, por ir a un trabajo más lejos pero mejor pagado, o tener dos trabajos hace que el proveedor principal no esté en casa o ambos si por conseguirlo los dos trabajan y no vea los frutos de su trabajo, así como también perderse el ser partícipe de la educación de sus hijos y del crecimiento de ellos en casa, por lo que la falta de dinero se convierte en un problema. ¿Cuántos hijos de guarderías hay hoy en día tenemos?
Por otro lado estudios demuestran que tener dinero en exceso también puede ser un problema sobre todo nuevamente para la educación de nuestros niños. Es una realidad que para el correcto desarrollo de nuestros hijos hay que enseñarlos a conseguir sus metas y éstas pueden ser materiales también, la mayoría de los papás hay un punto donde ya no podemos satisfacerlas y ellos son consciente de ello y entonces activan su ambición personal para conseguirlas. ¿Pero qué pasa cuando cuentas con el dinero suficiente para satisfacer cualquier deseo de tus hijos, entonces ese “NO” es un “porque no quiero” y no un “no” porque no puedo, los hijos y los nietos de las personas que tiene mucho dinero no saben trabajar para satisfacer sus deseos ya que nunca tuvieron la necesidad de hacerlo, por lo que los estudios demuestran que hay cierto punto donde tener mucho dinero comienza afectar en vez de ayudar ya lo dice el dicho “ abuelo empresario, hijo aristócrata, nieto mendigo”.
La conclusión es muy simple, hay que tener el dinero suficiente para no estresarnos por la falta de él, pero tampoco demasiado que comience afectar en la percepción de la realidad y sobre todo en la educación de nuestros hijos.
El dinero es neutro y no hay que tenerle miedo, hay gente con dinero y sin dinero, buena y mala, pero lo que determina el tipo de persona que somos es nuestra educación y los valores inculcados por la familia y para eso “hay que estar presentes en nuestro hogar” no sólo proveer.