¿Eres de las personas a las que les molesta mucho que aquel amigo, pareja, etcétera, con el que hiciste un compromiso para ir a tomar un café, al cine o cualquier otra actividad, de repente te cancelen en el último momento? O al contrario, ¿eres de las personas que suele cancelar, cambiar el plan en último minuto? Pues bien, si eres de la segunda opción eres de las mías.
Te diré que hace algunos días me di cuenta de ese tema y es que todo empezó cuando mi novio y yo tuvimos una plática interesante, fue esa conversación que nos llevó a ese momento donde, comenzamos a ser sinceros, donde te dejas ver con toda esas emociones dentro y donde dices todas aquellas cosas que te molestan e incomodan o aquellas que no te gustan.
Estaba haciendo un recuento y no recordaba que hace mucho tiempo, es más desde que comenzamos a salir no habíamos hablado tan enserio y profundo como lo hicimos. Sí, lo admito, hubo algunos temas que me dolieron sobre todo este, aquí es donde comienzo a ver dónde la regué. No me siento orgullosa de publicarlo y es que algo dentro de mí se siente mala novia, mala amiga y más que eso, me doy cuenta de la importancia de la palabra y de lo que puede suceder cada vez que la rompo.
No están para saberlo, pero soy de esas personas que exige a toda costa que aquel individuo que se acerque a mí, sea claro en todo momento y con mi pareja soy altamente estricta. Lo más interesante es que ¿adivinen quien rompe su palabra a cada rato? Sí, esa soy yo. Repito no me siento orgullosa.
Volviendo al tema de mi pareja; si ese fue uno de los temas que más he analizado, porque juraba que soy la mujer clara de esta planeta, y al ver tangiblemente que esto no es así, como mi percepción me lo indicaba, me duele saber que he hecho sentir mal a más de una persona.
No sé si a ti te ha pasado esto, pero imagínate que te la pasas haciendo esto todo el tiempo y que llega un momento en que ya nadie te cree, que ya no cuentan contigo, te quitan de la ecuación por ya saben que nunca llegas, y lo peor viene cuando ni tú te crees lo que te dices a ti misma. Pues hoy me encuentro en ese punto y creo que a tiempo para comenzar a trabajar en este tema.
Quiero recalcar lo que puede suceder cuando rompes tu palabra y sobre todo porque estuve a punto de que me pasara. Puedes causar desde un discusión, hasta el rompimiento de una relación. Estas fracturas también pueden ser con amigos, ¿o porque no? en el ámbito profesional.
Los consejos que te dejo hoy y creo que te podrían servir:
- Ve que cuando rompes tu palabra; quizá hagas sentir a la otra persona poco importante en tu vida.
- Sé clara contigo misma. Ve qué puedes y qué no.
- Observa porque estas rompiendo tu palabra. Ya sea porque no quieres quedar mal o porque te la pasas diciéndole a todo mundo que sí, y a la mera hora quedas mal con todos.
- Ver que antes de romper tu palabra existen otras opciones como: Llamar, enviar un mensaje, etc.
- Ten paciencia, y sobre todo se vale pedir disculpas a la persona en cuestión.