Hoy es 10 de mayo y, como miles de madres en este país, no voy a poder celebrarlo con uno de mis hijos. ¿Quién soy? Soy la madre de los 43 de Ayotzinapa, de los estudiantes desaparecidos en Jalisco, soy la madre de los cientos de miles de desaparecidos y muertos en este país por el conflicto entre grupos de narcotraficantes y la delincuencia organizada. Me has visto en marchas pidiendo justicia, en vigilias, en protestas, en las noticias y en foros de todo tipo exponiendo mi situación y pidiendo ayuda desesperadamente; lucho para lograr el esclarecimiento de la desaparición de mi hijo y en otros casos, tristemente, para pedir justicia por su muerte. A las autoridades les pido seguridad, les pido certeza, les pido justicia por su muerte o que me lo devuelvan si aún está vivo, les pido que hagan su trabajo, y no dejaré de hacerlo; sin embargo, hoy te quiero hacer una petición a ti, de madre a madre.
El asesino de mi hijo, el que lo desapareció, el que lo disolvió en ácido, el que lo secuestró, el que lo mutiló, tiene una madre… y puedes ser tú. ¿En qué momento se perdió tu hijo? Creo que esta pregunta aún te quita el sueño, pero también sé que encuentras todo tipo de excusas y justificaciones para no aceptar la realidad. Cuando dejó la escuela, dijiste que eso no era para él y pensaste que era mejor que se pusiera a trabajar; cuando empezó a tomar y a consumir drogas, culpaste a sus malas amistades y pensaste que con el tiempo se le iba a quitar; cuando empezó a traficar, a secuestrar, a robar, culpaste al sistema, al mal Gobierno, a la falta de oportunidades; cuando te diste cuenta de que podía estar matando a otras personas, seguramente preferiste pensar que eran rumores de gente envidiosa e hiciste oídos sordos, pues “tu hijo sería incapaz de hacer algo así”. Hoy debes de pensar: “Debí obligarlo a no salirse de la escuela, debí traerlo a la casa de las orejas cuando se salía con sus amigos por las noches, debí desaprobarlo y ser más enérgica la primera vez que cometió un delito, debí estar más atenta y corregirlo severamente desde la primera señal que me dio de que iba por mal camino…”.
¿En qué fallaste? En no enseñarle valores a tu hijo; en no enseñarle que robar, secuestrar y asesinar son delitos que tienen consecuencias; y, si eres una persona religiosa, en no enseñarle que los actos anteriores son pecados. Fallaste cuando todo lo anterior no le quedó claro. Hoy, tú vas a celebrar con él y hacer como si no pasara nada, sin embargo, yo y muchas más no tendremos la misma suerte que tú; por eso te pido de madre a madre que, si sabes que tu hijo anda en malos pasos, lo detengas, que no lo solapes, que no cierres los ojos a lo que está haciendo. Tal vez aún hay tiempo para enmendar su futuro y evitar que agravie a otras personas.
Al resto de nosotras, les pido que les pongan atención a sus hijos, pues la seguridad que tanto pedimos para este país también está en nuestras manos, también es nuestra responsabilidad. En la actualidad miles de niños están siendo educados viendo narconovelas, escuchando narcocorridos e idolatrando la vida de los capos de la mafia, y tal vez creas que tu hijo nunca será así, pero debes saber que muchas antes también lo pensaron. Entonces, te pido de madre a madre que pongas atención en tus hijos para que muchas de nosotras podamos celebrar muchos Diez de Mayo con los nuestros. Todo comienza y termina con nosotras, quiere mucho a tus hijos, edúcalos, fomenta en ellos la valoración del trabajo y del conocimiento, fomenta en ellos valores cívicos, enséñales a esforzarse para conseguir lo que quieren y a ser personas productivas y respetuosas, también te pido por favor que seas dura con ellos cuando lo amerite y que siempre procures estar a su lado para que crezcan sanos y sean personas de bien. Feliz Día de las Madres.
#ComoSerUnMexicanoExitoso