El triunfo de Donald Trump no dejó de ser una sorpresa para los norteamericanos, pero también lo fue para los mexicanos, los estadounidenses votaron por eliminar a los políticos y darle la oportunidad a gente que no está inmiscuida en la política. Pensamos que México será relegado, que tendremos problemas económicos, que construirán un muro que cortará las relaciones con el país más poderoso del mundo, que el Tratado de Libre Comercio será revisado y hasta es posible que sea cancelado, que será más difícil para muchos alcanzar el sueño americano, que Trump bloqueará las remesas… etc.
México tiene una enorme oportunidad para lanzarse a la grandeza, para realizar un proyecto de país que nos saque adelante con una personalidad propia. Trump satanizó a México y a los mexicanos, pero ante lo que opina una persona y sus seguidores, necesitamos un poco de calma y prudencia, México y los mexicanos no tenemos porqué creer lo que dicen de nosotros. Tenemos personalidad propia y no vamos a sucumbir ante una opinión. Por otra parte, hay latinos en Estados Unidos y ellos no tienen por qué preocuparse de Donald Trump, en Estados Unidos seguirán habiendo latinos, y muchos de ellos ya están con papeles arreglados, son ciudadanos y otros más residentes, los mexicanos que están allá emigraron por las oportunidades que ofreció Estados Unidos y por las oportunidades que no encontraron en México, es por eso que nuestra nación y los mexicanos debemos comenzar a construir oportunidades en nuestro país, tenemos la fortaleza y la actitud, ¡somos inteligentes y trabajadores, además tenemos los recursos!, ¡basta ya de lamentarnos!, comencemos a construir un país de oportunidades. Donald Trump será presidente a partir del 20 de enero del 2017, cuando rinda protesta, muchos de nosotros ya estaremos construyendo un muro de unión y oportunidades que nos hará más fuertes. Que él sea presidente no es una desventaja para México, es una oportunidad.
Trump es una vaca que debe ser degollada
Un viejo enseñaba a uno de sus discípulos que muchas personas viven aferradas a su mediocridad, el maestro le enseñaba a su alumno a observar lo que sucedía cuando finalmente se liberaban las personas de sus ataduras y comenzaban a utilizar su verdadero potencial. Una tarde el maestro se acompañó de su muchacho y visitó uno de los lugares más pobres y desolados de una provincia, llegaron con una familia muy humilde que vivía en una casa casi en ruinas. En esa casa vivían ocho personas, los padres, cuatro hijos y dos abuelos. Todos se las arreglaban para acomodarse en ese pequeño lugar, pero podían sobrevivir gracias a una vaca flaca que les proveía poco alimento, ese animal les daba un mínimo sustento y los separaba de la miseria total. En ese lugar pasaron la noche el sabio y el discípulo. Al día siguiente el hombre ilustrado y el joven se dispusieron a marcharse, no sin antes hacer lo que el maestro debía hacer.
— Es momento de que aprendas tu lección—. El joven no pudo hacer nada para evitar que su maestro sacara una daga y degollara a la vaca.
— ¿Qué has hecho? Dejaste a la familia en su ruina total.
El maestro ignoró los comentarios de su discípulo y continuó su camino. Así los dos partieron del lugar sin saber qué suerte correría esa familia, ahora sin su única posesión. Por días el joven se preguntaba qué clase de enseñanza era esa, pero obtuvo su respuesta un año después.
Los dos hombres regresaron con la familia y en ese lugar encontraron una casa grande en lugar de una casa en miseria. La muerte de la vaca evidentemente fue un golpe fuerte, pero la familia se recuperó y construyó una mejor vida. El hombre de la casa relató a los dos viajeros lo que había pasado: Los integrantes de la familia tuvieron que movilizarse para lograr su supervivencia, sembraron vegetales y legumbres y con el tiempo comenzaron a venderlos, compraron más semillas y comenzaron la venta de vegetales en el mercado del pueblo. Poco a poco lograron superarse hasta llegar a la prosperidad.
Después de escuchar el testimonio el anciano llamó al joven aparte y le preguntó: «Si la familia aún tuviese la vaca… ¿habría prosperado como hoy?», el joven dijo: «Creo que con la vaca la familia hubiese seguido igual». La vaca era una posesión valiosa, pero mantenía a la familia atada a la mediocridad y a la pobreza. La misma vaca que para muchos de sus vecinos era una posesión valiosa, para la misma familia era un impedimento de superación.
Por mucho tiempo Estados Unidos nos ha ayudado a muchos mexicanos a suplir nuestras necesidades básicas, pero esa misma nación se ha convertido en un impedimento para nuestro progreso. Es como cuando tienes un trabajo que odias y que suple tus necesidades básicas, pero no te da la oportunidad de progresar. Muchos mexicanos tienen la oportunidad de su vida con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, es momento de aprovechar y degollar a nuestra vaca y comenzar a construir un futuro mejor para México, la decisión es de cada uno de nosotros.
¿Qué posición vas a tomar?, ¿te conformarás con las pocas oportunidades que tendrás o saldrás a buscar y a construir tus propias oportunidades? No sabemos su Trump cumplirá con todo lo que dijo respecto a nuestro país, no sabemos qué nos va a deparar el futuro, pero lo que sí podemos hacer es movilizarnos y degollar esa vaca que no nos deja progresar, y como lo dijimos antes, que el republicano sea presidente no es una desventaja para México, es una oportunidad.
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