Últimamente, me han estado pidiendo tips acerca de cómo hablar de sexualidad con tu partner sexual… puede ser estable o no, formal o casual, no importa. Idealmente, estaría buenísimo atrevernos a pedir lo que queremos en la cama –y fuera de esta- no importa si compartimos unas cuantas horas o toda una vida.
Así que, empecemos. Algo que tenemos todos a nuestro alcance y que nos permite arriesgarnos quizás un poco más que si tenemos a la persona frente a frente, es el poner distancia entre tu y yo… eso puede ser una pantalla, una pared, una puerta o un teléfono.
Sí, el hecho de no decírselo mirándolo(a) a los ojos, puede ser de gran ayuda. De forma tal que cuando ya lo/la tengamos enfrente de nosotros, el trago más dificil de pasar ya lo hayamos dado.
¿Cómo usar la tecnología a favor?
- Le puedes mandar imágenes o textos vía whatsapp; pueden ser de tu autoría o simplemente evocativas de algo que te gustaría probar.
- Puedes experimentar y ver dónde andan sus límites, por ejemplo: si no estás muy seguro(a) de qué tan “sucio” hablar en la cama, hazle una pequeña prueba. Escríbele y pregúntale “¿Qué te gustaría que te hiciera? Con detalles, por favor” Checa las palabras que uitiliza y hasta dónde llega con ellas; eso te dará una pauta para poder empezar.
- También puedes pedir algo que se te antoje que haga diferente, pero que en el momento de la acción no te has atrevido a pedir. Ejemplo: “¿Sabes que me encantaría? Que la próxima vez en vez de entrar y salir, te quedes adentro –me encanta sentirte completo- y te muevas en círculos… tengo muchas ganas de sentirte así”
Si te sientes más envalentonado(a) y lo quieres hacer en persona, hay un par de señales que puedes probar y ver si las cacha, cortesía de nuestro lenguaje no verbal:
- Cuando algo te guste gime o intensifica tu gemido
- Suavemente guía con tus manos la dirección hacia la cual quieres que te toque
- Pon el ejemplo, tócate tu cómo te gustaría que tu pareja te tocara.
Cuando estén juntos, juega. Quizá estén viendo una serie, de pronto ponle “pausa” dale unos besos, una que otra caricia y vuelve a poner “play”… como si no hubieras hecho nada. Hazlo varias veces y sorpréndete con el resultado.
Otro juego que pueden hacer es crear un código secreto, es decir una palabra o frase –o ambas- para indicar algo sexual. Por ejemplo: “Quiero un martini sucio” para indicar –enfrente de alguien más- que “hoy toca sesión intensa de blows”
Finalmente, si traes la valentía a tope y estás listo(a) para darle retroalimentación sexual frente a frente y con todas su letras, te recomiendo que empieces haciéndole un cumplido o mostrándole algo que SÍ funciona y te encanta, tipo “me encanta la manera en la que…” para que después les puedas sugerir algo distinto como “me encantaría si usaras tus dedos… “ y finalmente rematar, una vez más, con algo que Sí te guste, más o menos así “amo cuando me haces…”
Alessia Di Bari