Lo creo y lo aseguro… tarde o temprano las cosas caen por su propio peso y la gente paga lo que hace. A veces tarda, pero siempre llega. Hemos visto a los soberbios, a los avariciosos y ahora a los lujuriosos (puro pecado capital) pasar por el cadalso para ser castigados. Aunque también vemos a uno que otro señalado que será condenado antes de ser juzgado. Sin embargo, lo más triste y lo que estamos viendo ahora en día con el movimiento #metoo es que, en la inmediatez de las conclusiones no analizamos el fondo y nos quedamos en la forma.
Lo que está pasando con las actrices y personas famosas que iniciaron el movimiento “Basta, Ni una más y yo también” es un fenómeno necesario, urgente y va a abonar al desarrollo de nuestras generaciones futuras. Sin embargo, también es importante señalar que en México no empezaron con el pie derecho; es más, yo diría que metieron la pata hasta el fondo.
Entiendo que este movimiento está bien consolidado y que se ha generado una campaña coordinada. Todo movimiento debe tener un objetivo claro y enfocar toda la carga a ese objetivo. Lo que está pasando con la serie de entrevistas que hemos visto en México, es que no entendemos bien hacia dónde va:
1. Señalar a un culpable para que le caiga todo el peso de la ley y de los medios para que se arrepienta hasta de haber nacido como le pasó a Harvey Weinstein, Kevin Spacey o Larry Nassar entrenador de gimnasia que abusó de cientos de niñas en Estados Unidos. Esto es un buen ejemplo de lo que le hubiera pasado a Sergio Andrade si hubieran tomado en serio a las chicas del clan.
2. Hacer una catarsis en los medios para liberar los demonios que las perseguían y poder dar un paso a su recuperación, sobre un evento en el pasado en las que ellas con su silencio tristemente se convirtieron en cómplices y que de una o de otra forma, abonó para que sus carreras despuntaran. El hecho es terrible pero su silencio también. Y parece que esto es lo que hacen, ya que no dan nombres como no queriendo que esto llegue más lejos. Sin embargo, para eso están los consultorios, no los medios.
3. Este punto que para mí es el verdadero objetivo. Por lo menos el que yo alcanzo a ver. Y más allá de criticar y señalar si ellas están bien o mal, deberíamos leer el mensaje real:
Estas mujeres fueron abusadas cuando sus carreras estaban iniciando o en progreso. Esto significa que el poder lo tenían aquellos quienes las iban a contratar o a impulsar sus carreras. Y al decir poder quiero decir dinero, voz, medios, relaciones, etc., al contrario de ellas que no tenían ni voz, ni dinero, ni relaciones, ni nada más que belleza y talento (algunas). Hoy en día, esas mujeres se han empoderado. De una forma o de otra ahora tienen mas seguridad, mas autoestima, mas poder; y es por esto por lo que debemos hablar de empoderar a todas las mujeres y mi opinión es que el conocimiento te EMPODERA. El mensaje de fondo para mí es que nuestras niñas aprendan de estas mujeres que pasaron por situaciones así de peligrosas y se siente un precedente para que esto no vuelva a pasar, jamás. Así que yo rescataría los pasos o los signos que deben ponernos alerta para dar un NO rotundo desde el minuto uno para evitar un abuso. Los siguiente son pasos que pueden llegar al abuso, sin embargo, cada paso puede llegar sin decir agua va. Estemos alertas…
PIROPO. Muchas mujeres hemos recibido piropos. Y si no te ha pasado te sugiero que pases por una obra llena de albañiles, maestros en este tema. Un chiflido, una rima o una vulgaridad salen dirigidos a un blanco y la verdad hay de tres: lo ignoras, lo agradeces o te encabronas. Elige tus batallas… Aún así, esto es una invasión, un abuso.
INSINUACION. Va más allá del piropo porque toda la energía está dirigida a ti o a una parte de ti: “Qué bonitas piernas tiene” Sea verdad o mentira es un asalto a tu individualidad. Si te sientes invadida es el perfecto momento para parar ese tren y decir “No me gustó para nada su comentario. Le ruego no repetirlo por favor”
ACOSO. El acoso se da cuando, a pesar de mostrar tu molestia, esa persona insiste en distintas formas y momentos. Pasa por alto tu negativa y sigue invadiendo tus espacios con su energía. Este es el momento de ser mas firme. “Si no deja de acosarme, tendré que recurrir a otras instancias. Le vuelvo a pedir que me deje en paz”
CHANTAJE. Una persona que se cree poderosa usa ese poder para amedrentar. “¿Y quién le va a creer a usted? sería su palabra contra la mía y yo tengo más poder». Además, no le gustaría estar envuelta en chismes o, ¿sí? Ok, a estas alturas del partido yo no dudaría en irme lo mas lejos de este tipejo.
AMENAZA. Este es el paso siguiente de un acosador frustrado. “¿Sabe que tengo el poder para que usted pierda su trabajo?” “¿Usted cree que está aquí por ser buena trabajadora? Yo puedo hacer que la despidan” “Si no cede, su familia podría saber que clase de mujer es usted”. Cualquier amenaza debe tomarse en serio porque no es la amenaza en sí, sino la frustración y el enojo de un “poderoso” enojado.
MANOSEO. Absoluta invasión a tu intimidad. Nadie, absolutamente nadie tiene derecho a poner un solo dedo en tu cara, en tu hombro, en tu pierna ni en ningún lugar sin tu autorización. En ese momento, tomas la mano de la persona y la quitas. Inmediatamente, sin ninguna duda. Y si la persona insiste gritas, pateas, golpeas y sales corriendo. ¡Ah! Y se lo cuentas a quien mas confianza le tengas. No debes pasar por esto sola.
VIOLENCIA. En el punto anterior y en este es en donde la fuerza física del abusador puede ganar. La violencia física, psicológica, las groserías, los golpes paralizan. El miedo y el control que ejerce el agresor difícilmente te permite defenderte. Esto no puede quedar así. Es inminente levantar la voz, levantar un acta, señalar el hecho porque esto es un crimen y debe ser penado.
VIOLACION. Aunque yo insisto que desde el primer punto que abordamos hasta ahora, todo es violación de tu intimidad, la ley dice: violación es un delito que consiste en tener relaciones sexuales con una persona sin su consentimiento o con un consentimiento obtenido mediante la violencia o la amenaza. Así que si no ponemos un alto desde el principio todo puede llevar a este punto.
Es importante señalar que hoy la libertad sexual, el empoderamiento sexual de muchas mujeres y la seguridad que hemos adquirido nos permite ser mas agresivas en este tema y no ser sumisas. Si en algún punto la persona no es victima y de forma consensuada acepta la oferta, entonces estamos hablando de otra cosa. También hay mujeres que siguen el juego y cuando el juego se convierte en una amenaza real, sienten que ellas colaboraron y no denuncian sintiendo una culpa terrible.
Lo que te quiero decir es que tomes toda esta información para leer, reflexionar, analizar y no ponerte en riesgo jamás. Levantar la voz, empoderarnos y dar una gran lección a quienes creen que la justicia no los alcanzará jamás. Y por supuesto hablar todo el tiempo con nuestros hijos para que se cuiden y pongan limites a tiempo. A todos nos puede pasar. Tenemos que cuidarnos.
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