El 30 de marzo se celebra en el mundo el día de las trabajadoras domésticas instituido en el año de 1988 en Bogotá, creando la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (CONLATRAHO). Al menos 52 millones de personas en el mundo, en su mayoría mujeres trabajan en labores domésticas. De estas mujeres en su mayoría son indígenas o empobrecidas.
Esta labor se define o consiste en el trabajo realizado en un hogar, incluidas las tareas domésticas como limpieza y lavandería, cocina, el cuidado de niños y otros cuidados personales. En México 95 de cada 100 trabajadores domésticos son mujeres y el 72% reciben un pago desde 1 hasta 2 salarios mínimos mensuales.
Se creía que este trabajo es exclusivo de las mujeres, pero los hombres también le entran a la chamba del hogar, aunque en su casa no levante ni su plato. los machos que desempeñan labores domésticas lo hacen en labores del hogar y como chofer en casas particulares, concentrando al 49.3 y 45.4 por ciento de los empleados, respectivamente.
El rango de edad en más de la mitad de estas personas se ubica en 30 a 49 años. Y además de que es un trabajo de por si discriminado, increíblemente dentro de este oficio hay aún más discriminación ya que, por género, las mujeres reciben en promedio remuneraciones menores, 74.9 por ciento hasta dos salarios mínimos, frente a 41.4 por ciento de hombres en este nivel salarial.
La preparación educacional de este sector de trabajo que al año genera 3 mil 61 millones de pesos, sin embargo, no cuentan con seguro médico ni prestaciones de ley, es del 35.6 por ciento de las mujeres cuenta con un grado de educación que alcanza el nivel secundaria, 33.6 por ciento primaria completa y en hombres, 40 por ciento de ellos tiene educación secundaria, 27.2 por ciento primaria completa.
El exceso de trabajo y el poco sueldo son los principales problemas de los trabajadores del hogar, seguidos por el abuso, el maltrato, la humillación y la discriminación. Si a eso le sumamos que 9 de cada 10 no cuenta con un contrato laboral pero que a cambio trabajan un promedio de 31.5 horas a la semana, con toda y justa razón se merecen un día y que su labor domestica sea legislada, para proporcionarles un sueldo y horarios dignos.
Existe un convenio llamado 189 firmado por 13 países como: Uruguay, Filipinas, Nicaragua, Bolivia, Alemania, Suiza, México entre otros que garantiza la protección laboral mínima que deben tener las y los trabajadores domésticos, en igualdad de condiciones con las demás personas trabajadoras, y deja un margen de flexibilidad considerable para su aplicación.
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