Pareciera que hoy en día es mucho más fácil ser mejores padres debido a la cantidad de información que está a nuestro alcance, infinidad de libros, teorías, especialistas, líneas de pensamiento y nuevas tecnologías.
Entonces qué está pasando que vemos una sociedad en decadencia, inconforme, enojada y muy agresiva. Aunque parezca irónico, los padres hemos delegado la educación a las escuelas y en terceras personas.
La educación y formación nos corresponde a nosotros y la instrucción a aquellos. Ha sido muy cómodo y egoísta delegar y dejar en alguien más esa responsabilidad. Pensando en la función que tenemos los padres para crear una mejor sociedad, mi respuesta directa es: ¡somos los padres los responsables directos del actuar de nuestros hij@s y nos corresponde a nosotros educar!
¿Cómo?
Lo digo de manera contundente: a los padres de hoy día nos falta darnos cuenta que somos los pilares en la vida de nuestros hijos. Una de las 5 Reglas de Oro de unos Buenos Padres es aprender a «ponerlímites»,para crear una carretera sobre la que nuestros hijos puedan caminar con firmeza, seguridad y conscientes de que si se transgreden éstos, habrá repercusiones; que sepan que cada acto tiene un efecto y que las consecuencias pueden llegar a ser muy graves, incluso costarles la vida, como el caso de Federico en el Colegio Americano del Noreste, en Monterrey.
Hay mil maneras de no educar y, sin temor a equivocarme, considero que dar tecnología y accesorios de todo tipo a nuestros hijos cuando no están aún preparados para asimilar toda la información que recibirán, sin reglas, sin supervisión y sin una línea de valores, es como ofrecerles un arma de fuego.
Debemos educar con una filosofía personal y con una línea de valores, porque educar también es enseñar sobre el manejo de las emociones, de la voluntad y de las propias acciones.
¿Dónde están los padres de hoy?
Haciendo dinero, creando patrimonio, desarrollando empresas y buscando proveer económicamente. Sin embargo, el padre y la madre somos más que proveedores, somos ejemplo, somos guías y sobre todo, somos lectores, lectores de vida y de forma de pensar y actuar de nuestros hij@s; dirigentes de su tiempo libre y guardianes de sus actos.
Otra de las 5 Reglas de Oro de unos Buenos Padres es que necesitamos tener más tiempo real con nuestros hijos y establecer una comunicación abierta»todos los días», ésta es una garantía de que tu hijo irá por el camino correcto.
No basta con darles una buena instrucción, sino estar al pendiente y presentes en su mundo interior: sus emociones, sus deseos, sus miedos y enojos.
El mejor regalo que puedes darle a un hijo es… tu tiempo.